Johann Mendel, quien se convirtió a los 21 años en Gregor, al ingresar como novicio en la Abadía Agustina de Santo Tomás de Brünn, hoy Brno, en 1843, vistió el hábito negro en la ilustrada abadía y, cuatro años después, en 1847, fue ordenado sacerdote. Hijo de una familia alemana de los Sudetes, Johann había nacido en Heinzendorf, que hoy se llama Hynoice, en el norte de Moravia, en el entonces Imperio Austrohúngaro, territorio que hoy pertenece a la República Checa.
Cuatro años después de haberse ordenado, en 1851, Gregor Mendel ingresó a la Universidad de Viena, en la que estudió historia, botánica, física, química y matemáticas y donde comenzaría sus investigaciones sobre la herencia, que empezó con ratones y con abejas y terminó estudiando con varias especies de guisantes que cultivó en su Abadía agustina.
Mendel describió las leyes que rigen la herencia genética, por medio de los trabajos que llevó a cabo con diferentes variedades de la planta de arvejas o guisantes (Pisum sativum). Entre 1856 y 1863, Mendel utilizó cerca de 30.000 plantas de guisantes. Mendel presentó sus trabajos experimentales en la Sociedad de Historia Natural de Brünn (Brno), en febrero y marzo de 1865, que fueron publicados como Experimentos sobre híbridos de plantas, al año siguiente, en 1866, en las actas de la Sociedad. Mendel llevó a cabo experimentos con diferentes variedades de guisantes, concluyendo su trabajo con las hoy llamadas Leyes de Mendel, que dieron origen a la herencia genética moderna; sin embargo, sus trabajos fueron ignorados durante más de tres décadas y sólo fueron póstumamente reconocidos.
La Primera Ley de Mendel se refiere a que, si dos individuos de raza pura se cruzan, los individuos resultantes serán todos iguales. La Segunda Ley de Mendel explica que hay ciertos individuos que pueden transmitir un carácter, aunque en ellos mismos no se manifieste y la Tercera Ley es el principio de la combinación independiente. Mendel, además del color, tuvo en cuenta la rugosidad de las semillas de los guisantes, demostrando que ambas características eran totalmente independientes en la transmisión de la herencia genética.
En 1868, Gregor Mendel, a los 46 años, se convirtió en el abad de Santo Tomás de Brünn, cargo que, por sus responsabilidades y la pérdida de la visión, lo obligaron a abandonar poco a poco sus actividades científicas. Mendel fue abad de Brünn hasta su muerte. Fue, además, director emérito del Banco Hipotecario de Moravia, fundador de la Asociación Meteorológica Austriaca, miembro de la Real e Imperial Sociedad Morava y Silesia para la Mejora de la Agricultura y titular de la prelatura de la Imperial y Real Orden del emperador Francisco José I de Austria.
Mendel falleció a los 62 años, en 1884, a causa de una insuficiencia renal causada por una nefritis crónica, sin saber que, poco tiempo después, en el siglo siguiente, se convertiría el monje agustino y sus guisantes en una leyenda de la historia de la ciencia en el siglo XX, cuando genetistas, botánicos y biólogos conocidos, que llevaban a cabo investigaciones separadas sobre la herencia genética, reconocieron su pionero trabajo.
En 1900, el trabajo de Mendel fue redescubierto por tres científicos europeos, el botánico holandés Hugo de Vries, el primero en publicar; el botánico y genetista alemán Carl Correns y el agrónomo austriaco Erich von Tschermak - Seysenegg, trabajando cada uno por su lado, y sin conocer el trabajo de Mendel, llegaron a las mismas conclusiones a las que llegó el monje agustino con sus guisantes a finales del siglo XIX. Carl Correns fue quien encontró el olvidado artículo de Mendel, declaró que el monje agustino se había adelantado y que el trabajo de De Vries no era pionero y todos reconocieron el trabajo de Gregor Mendel.
El biólogo y genetista inglés William Bateson, en 1900, fue el primero que habló en Inglaterra de las investigaciones genéticas de Mendel. Publicó Los principios mendelianos de la herencia (1902), una defensa de los principios, que incluía la traducción de los trabajos originales de Mendel. Bateson acuñó términos como genética, gen y alelo, para la nueva ciencia biológica.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).