El bombardeo contra el Lazareto de Caño del Oro y la lepra

Abel Fernando Martínez Martín | 26/12/2022 - 11:53 | Compartir:

La aparición, por primera vez, en la milenaria historia de la lepra de un tratamiento quimioterápico eficaz y específico contra la conocida como Enfermedad de Hansen solo se registra terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando se utiliza la sulfona, una sustancia que inhibe tanto el crecimiento como la multiplicación del bacilo de la lepra; este medicamento fue definitivo, ya que permitió el tratamiento ambulatorio de los leprosos, terminando así con largos siglos de aislamiento de los enfermos de lepra en los lazaretos. La sulfona, bajo la forma de sulfonato sódico, conocida como Promin, se utilizó en Colombia desde 1946. 

El bombardeo contra el Lazareto de Caño del Oro y la Lepra
Izquierda: primera página del diario El Tiempo (arriba) y ampliación de la noticia (abajo), fechado en Bogotá el 20 de septiembre de 1950, con la noticia que el Caserío de Caño del Loro, el antiguo lazareto colonial de Cartagena, que había sido desocupado y los leprosos trasladados al lazareto de Agua de Dios, en Cundinamarca, sería bombardeado durante varios días, comenzando el día siguiente, 21 de septiembre, por la Fuerza Aérea Colombiana, que utilizaría 14.000 libras de explosivos TNT, con el fin de  destruir el caserío y acabar definitivamente con el bacilo, para poder construir, en el mismo sitio, la principal base de la Armada colombiana. 
Derecha: fotografía aérea del Lazareto de Caño del Loro en la isla de Tierrabomba.

La historia de los lazaretos termina en Colombia en el año 1961, quince años después de la aparición del tratamiento con las sulfonas, con una ley que suspende definitivamente los lazaretos en Colombia, que empezaron en Cartagena de Indias en la colonia y se agrandaron con Contratación en Santander, creado en 1861, y el Lazareto de Agua de Dios, en Cundinamarca, creado en 1871, los dos en el siglo XIX. 

El primer Hospital de San Lázaro en Colombia se fundó en Cartagena a principios del siglo XVII, cerca de las murallas y, a finales del siglo XVIII, se trasladó a Caño del Loro, en la isla de Tierrabomba, siendo el único lugar de reclusión de leprosos en Colombia durante la Colonia y gran parte del siglo XIX.

El Lazareto de Caño del Loro fue el primero de los tres lazaretos colombianos que se acabó, once años antes, pues sólo funcionó hasta el año 1950, no porque se acabaran la lepra y los leprosos en el país del Sagrado Corazón, sino porque los leprosos del lazareto, cerca de 400 de ellos, fueron traslados al aeropuerto de Flandes, en el departamento del Tolima, en un avión que fue acondicionado especialmente para tal fin por los ministerios de Guerra y de Higiene y, de ahí, fueron llevados los leprosos de Caño del Loro al Lazareto de Agua de Dios, en Cundinamarca.

Tras la decisión, quedaban solo dos lazaretos en Colombia, el de Agua de Dios y el de Contratación, en Santander, que se acaban en 1961, convirtiéndose Contratación y Agua de Dios en municipios colombianos, dejando de ser lazaretos; es decir, lugares de encierro de los leprosos, por siglos, gracias a la aparición del tratamiento con sulfonas, que disminuyó radicalmente el contagio de la enfermedad, al dejar de ser contagiosos los pacientes que pudieron ser tratados ambulatoriamente. 

El diario El Tiempo, el 20 de septiembre 1950, daba noticia, en la parte inferior de su primera página, de un hecho bastante particular en la lucha contra las enfermedades infecciosas en la era de los antibióticos, se trata del anuncio, para el día siguiente, del increíble bombardeo, a realizarse con aviones cazabombarderos B-25 y F-47, provistos con bombas de 100 a 600 libras, para un total de 14.000 libras de TNT, que entre el 21 y el 24 de septiembre de 1950 serían arrojadas sobre el antiguo lazareto de Caño del Loro, en la isla de Tierrabomba, en la Bahía de Cartagena, por parte de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), capacitada para ello por la misión norteamericana, que ya registraba un antecedente en Estados Unidos. 

Los bombarderos de la FAC partirían del aeródromo de Palanquero y aterrizarían, tras el bombardeo, en el aeródromo de Barranquilla, con el fin de arrasar definitiva y radicalmente el poblado del antiguo lazareto y así "suprimir todo vestigio de infección", así como, de paso, realizar una práctica de ataque aéreo por parte de la FAC y crear, en el lugar del colonial e infeccioso lazareto, la principal base para la Armada colombiana, que se encontraba en expansión en plena Guerra Fría.

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Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

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