En La Ilíada, el primer documento sobre la medicina griega, hace 29 siglos, Homero describe en verso 237 heridas, la mayoría, 196, causadas por lanza, de las cuales el 80 % tuvieron un desenlace fatal. El combate entre griegos y troyanos comienza con las lanzas; 17 heridas fueron por espada, que se usa poco, todas mortales; 12 lesiones fueron por proyectiles lanzados por hondas con mortalidad del 66 %; y 12 heridas fueron causadas por flecha, con un 42 % de mortalidad. La mortalidad global por heridas durante la guerra de Troya en La Ilíada fue del 77.6 %.
Los médicos griegos contienen hemorragias, extraen con cuchillo puntas de flecha y lanza; lavan heridas con agua tibia; colocan vendajes; espolvorean raíces de hierbas medicinales sobre la herida para calmar el dolor; aplican bálsamos y utilizan vino. Las cirugías se realizan en el campo de batalla, en una tienda de campaña o a bordo de una nave. No se menciona ningún ritual mágico-religioso, ni ninguna súplica a los dioses con fines curativos. Lo relatado implica un saber anatómico: "dándole en el punto donde el muslo se junta con la cadera: acetábulo se llama. La enorme piedra rompió el acetábulo con los nervios que por el pasan".
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).