William Stewart Halsted nació en Nueva York en 1852, dentro de una acaudalada familia norteamericana. Estudió en un colegio privado presbiteriano y, después, ingresó a la Universidad de Yale, pero luego se trasladó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Columbia, donde se graduó en 1877.
Doce años atrás, Lister, basado en la teoría bacteriana de Pasteur, introducía las ideas de asepsia y antisepsia en la cirugía. Uno de los primeros cirujanos en utilizarla en Estados Unidos fue William Steward Halsted, quien, tras estudiar y trabajar en varios hospitales europeos en Alemania, en París y en Viena, así como en Nueva York, en 1890 fue nombrado primer cirujano jefe del recién inaugurado hospital de la John Hopkins University y, dos años después, fue nombrado el primer profesor de cirugía de la naciente escuela de medicina norteamericana. Halsted fue un importante miembro de la New York Surgical Society.
Halsted realizó una de las primeras colectomías en Estados Unidos y los primeros trasplantes de paratiroides. Su apellido le da nombre a uno de los tratamientos quirúrgico más agresivos para el cáncer de mama, la amputación de la mama con los músculos pectorales y la limpieza de los ganglios locales y axilares que se denominó operación de Halsted; el edema del brazo, que se produce tras esta cirugía radical, se denomina síndrome de Halsted; una sutura intestinal es otro epónimo, que se conoce como sutura de Halsted; y, la pinza Halsted-mosquito se usa en numerosos procedimientos quirúrgicos como hemostática.
Hoy es impensable pensar en un cirujano sin guantes en sus manos. La primera persona en usarlos en una sala de operaciones fue Carolina Hampton, quien se desempeñaba como enfermera en el John Hopkins Hospital, además de ser la ayudante del doctor Halsted y, luego, su esposa por 32 años. Halsted idea, también para ella, otro de sus aportes a la cirugía moderna: el guante quirúrgico.
Caroline Hampton, de una familia acaudalada del sur, estudió enfermería en New York y entró a trabajar en el recién inaugurado hospital Johns Hopkins en 1889. Nombrada enfermera jefa de quirófano, ese mismo año, comenzó a presentar en sus manos una dermatitis, que desarrolló al utilizar cloruro de mercurio en las asepsias. Ante el problema, Halsted le hizo probar unos guantes elaborados a partir de intestino de oveja y de goma, pero resultaron demasiado gruesos y limitaban el desempeño de la jefe Caroline Hampton en el quirófano del hospital Johns Hopkins.
En 1844, el también norteamericano Charles Goodyear desarrolló la técnica de la vulcanización, al añadir azufre al caucho en presencia de calor; esto le permitió crear unas gomas ligeras que eran más extensibles. Halsted le envió un molde, que tomó de brazos y manos de Caroline, a la Goodyear Rubber Company, con el fin de que le fabricara unos guantes adecuados, ligeros y delicados, como si de una segunda piel se tratara, que le permitieran el trabajo quirúrgico en las salas, donde se desempeñaba como instrumentadora del padre de la moderna cirugía, William Stewart Halsted.
El resultado fue satisfactorio, sin ninguna reacción alérgica en la piel y logrando manejar con facilidad el instrumental quirúrgico. Para esterilizarlos usó vapor, en lugar de alcohol, agua clorada o ácido fénico utilizados. Desde 1894 el doctor Halsted introdujo el uso de los guantes en el hospital Johns Hopkins, implantándose rápidamente dada la influencia de la medicina norteamericana en todos los hospitales del mundo.
Trabajando con cocaína como anestésico, Halsted publicó Practical comments on the use and abuse of cocaine; suggested by its invariably successful employement in more than a thousand minor surgical operations en 1885. Halsted tuvo problemas por el uso indiscriminado de soluciones anestésicas con cocaína, que lo llevaron a la dependencia del alcaloide y, colaboradores suyos, como los doctores Hall y Mac Bride, murieron en circunstancias sospechosas.
Halsted sustituyó luego la cocaína por la morfina y se sometió a una desintoxicación, internado en el Butler Psychiatric Hospital de Providence, Rhode Island, seis meses en 1886. Cuando retornó de la desintoxicación cambió su comportamiento, que, sumada a una quiebra comercial de su familia, lo llevó a la depresión. Con alguna recaída, a partir de 1887 siguió con sus actividades. En septiembre de 1922 una infección intestinal, que se complicaría tras una cirugía, acabó con la vida de Halsted, a los 70 años; dos meses después, deprimida, fallecería Caroline Hampton.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).