Al hablar de salud mental es necesario reconocer y entender la definición que da la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2004, como "un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad"; esto, ya que se evidencia en la sociedad que al referirse a la ausencia de una salud mental, se relaciona de manera, casi inmediata, con un trastorno psiquiátrico. Se puede observar también cómo en muchos casos las personas pasan por alto sus emociones al responder "estoy bien" antes la pregunta de "¿cómo estás?", después de un día largo, aun cuando la persona tiene una carga grande, o se siente con un nivel de estrés, angustia, preocupación o cualquier otro sentimiento.
Es común que las personas refieran estar "saludables" solo por la ausencia de dolor o afectación física, dejando a un lado su componente mental, pasando desapercibido por la mayoría de la población durante mucho tiempo, al considerarse como algo no transcendente, a menos que exista un trastorno de base o conductas autolesivas identificadas; se suele pasar por alto un tema tan importante como este y no se actúa hasta ver características o acciones muy avanzadas como intentos de suicidios, entre otros.
Mucha gente piensa en "enfermedad" mental cuando escuchan el término "salud mental". Sin embargo, la salud mental es más que la ausencia de determinado trastorno, es un regalo o condición que todos queremos tener, es por eso que cuando hablamos de felicidad, tranquilidad, disfrute o satisfacción casi siempre nos referimos a salud mental.
La salud mental está estrechamente relacionada con la vida diaria de todos. Se refiere a la forma en que cada uno de nosotros interactúa con otros en la familia, en la escuela, en el trabajo, en las actividades recreativas, en el contacto diario con los compañeros y con toda la comunidad. Entiende cómo cada persona alinea sus anhelos, deseos, habilidades, ideales, sentimientos y valores morales con las exigencias de afrontar las necesidades de la vida.
Según la Federación Mundial para la Salud Mental (2003), la salud mental tiene que ver con:
• Cómo nos sentimos con nosotros mismos.
• Cómo nos sentimos con los demás.
• En qué forma respondemos a las demandas de la vida.
1. ¿Cómo se siente consigo mismo?: esta pregunta se relaciona con no encontrarse abrumados por las propias emociones, tener la capacidad de aceptar las decepciones de la vida sin alterarse, tener una actitud tolerante respecto a la misma persona y hacia los demás, poder reírse de sí mismos, no subestimar ni sobrevalorar las habilidades, respetarse a sí mismo y lograr disfrutar de los placeres simples de la vida.
2. ¿Cómo se siente con los demás?: en este componente se valora la capacidad de amar y tener consideración por los demás, que las relaciones personales sean satisfactorias y duraderas, que se cuente con la capacidad de confiar en el otro y permitir que depositen confianza en uno, que se tenga la capacidad de respetar la diferencias y sentirse parte del grupo.
3. ¿En qué forma responden a las demandas de la vida?: acá se aborda cómo se enfrentan los problemas a medida que van surgiendo, las capacidades de aceptar las responsabilidades, la planificación de un futuro y la capacidad de ser flexibles con los planes, tener una mente abierta a experiencias y nuevas ideas, diseñar metas ajustadas a la realidad y tener la capacidad de tomar decisiones.
Como se puede ver, el tema de salud mental es fundamental en nuestra propia vida, es también necesario tener la capacidad de hablar y de escuchar, permitir expresar los sentimientos y permitir que los demás se expresen, siempre brindar un acompañamiento, desde un abrazo hasta estar sentados en silencio. En todo caso, actualmente, la salud, y por tanto la salud mental, son consideradas como un proceso dinámico, en este proceso continuo el estado de salud varía, habrán momentos de salud y habrán momentos de enfermedad.
Para culminar, al estar viviendo esta "nueva realidad", se percibe cómo la población colombiana ha sufrido momentos de carga emocional; cómo los niños, niñas, adolescentes y adultos mayores han aumentado sus niveles de estrés y de ansiedad; y cómo la virtualidad ha afectado a cada persona, obligándonos a adaptarnos a procesos, que en muchos casos, se han convertido en más trabajo. En estos momentos se está dando gran importancia al tema de la salud mental, esperando que, tras pasar esta fuerte etapa, este tema siga con la misma importancia: cada quien está viviendo su propia realidad, pero es momento de dar tiempo para buscar un equilibrio, de ser libres en pensamientos y emociones, de estar abiertos al diálogo y a mantearse juntos a pesar de las adversidades, porque la resiliencia es una de las características fuertes de los colombianos.
Freddy Elías Perilla Portilla
Expresidente de la Asociación Colombiana Estudiantil de Enfermería (ACOEEN) y miembro de la Sociedad de Honor de Enfermería Sigma Theta Tau International - Capítulo Upsilon Nu. Estudiante de Enfermería en la Universidad Francisco de Paula Santander.