La peste negra llegó de Oriente

Abel Fernando Martínez Martín | 10/02/2020 - 08:02 | Compartir:

Un grupo de investigadores del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana publicaron en la revista Nature los resultados de su investigación sobre el origen de la cepa de Yersinia pestis, que causó la segunda gran epidemia de peste negra, que acabó en el siglo XIV con cerca de 50 millones de personas en el viejo continente. La primera epidemia de esta enfermedad conocida como la Peste de Justiniano tuvo lugar entre los años 541 y 750 de nuestra era. La segunda epidemia empezó en 1348 y duró azotando Europa cuatro siglos, haciendo sus apariciones generalmente en el verano, siguiendo generalmente a las "grandes hambres" y a las guerras, hasta la definitiva desaparición de Occidente de la enfermedad en 1720, sin haberse encontrado un tratamiento efectivo.

 La peste negra llegó de Oriente
Enterramiento de las víctimas de la peste negra en Tournai. Una de las imágenes más antiguas conocidas de la peste, miniatura dibujada en 1349, durante epidemia de Peste Negra. La imagen muestra a personas que llevan ataúdes de los que murieron a causa de la enfermedad en Tournai una ciudad que pertenece hoy a Bélgica. Miniatura que aparece en el libro "Chroniques and annals of Gilles le Muisit", abad de Saint-Martin de Tournai, Biblioteca Real de Bélgica.

El papel, hoy conocido de las ratas y las pulgas en la transmisión de la enfermedad se desconocía en la época, en la que dominaban los paradigmas de la medicina humoral galénica o se hablaba de flechas enviadas por la divinidad como castigo o se decía que la peste era selectiva pues, aunque atacaba a los ricos, diezmaba sobre todo a los pobres. Como medida de precaución se ordenó sacrificar millares de gatos, lo que aumentó la población de ratas, cerdos, perros y palomas con el fin de "detener la propagación del mal", o se les echaba la culpa a los judíos por haber envenenado los pozos de agua, o a los leprosos, o a otros marginales o a los extranjeros. 

Católicos, musulmanes y luego protestantes aconsejaban durante la epidemia la misma terapéutica, el arrepentimiento. En Europa los santos patrones más invocados por las víctimas de la peste fueron san Sebastián, quien había muerto acribillado a flechazos y ahora protegía contra las flechas de la peste, consolidándose su culto desde la llegada de la peste negra en 1348; san Roque, víctima de la peste, quien es representado con un perro el único ser que no lo abandona y, por último, en tercer lugar, se invoca con el patrocinio de los jesuitas a san Carlos Borromeo. La medicina humoral mostró su ineficacia ante la epidemia, se sostenía que un "par de botas" para salir corriendo, constituía el mejor remedio existente contra la epidemia de peste. Desde el siglo XIV la Sorbona aconsejaba a los que pudieran huir "enseguida, lejos y durante mucho tiempo" y eso hicieron muchos médicos. Los sacerdotes daban la absolución desde lejos, los médicos que se quedaron utilizaban una vara larga para examinar, a distancia, a los enfermos.

Análisis genéticos de dientes de 34 individuos de restos procedentes de diez sitios arqueológicos diferentes localizados en Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia y Suiza, han permitido descubrir que la bacteria se diversificó después de una sola introducción. Los primero que observaron los investigadores fue la ausencia de diversidad genómica de todas las muestras estudiadas. "Estos hallazgos indican una sola entrada de Yersinia pestis a Europa a través del este", concretamente de Rusia, de un pueblo llamado Laishevo, situado en la región del Volga, a donde llegó a su vez la epidemia desde el Oriente. Una sola cepa fue responsable de la segunda gran epidemia de peste negra, peste bubónica o muerte negra, desde Italia hasta el Reino Unido, de aquí evolucionó hacia diversas cepas que causaron las epidemias posteriores. No se han encontrado descendientes modernos de este linaje bacteriano que causó la peste negra de 1348.

Profile picture for user Abel Fernando Martínez Martín


Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

Ayúdanos para poder seguir informando

Todos los contenidos de El Diario de Salud se encuentran disponibles de manera gratuita; sin embargo, nuestro trabajo y mantener el periódico tiene un costo. Apóyanos. Tu contribución es fundamental para que podamos continuar con nuestra labor.