Las danzas macabras, la peste negra y la Pequeña Edad de Hielo

Abel Fernando Martínez Martín | 14/10/2019 - 13:51 | Compartir:

A causa de las guerras, las hambrunas y las epidemias, especialmente la de la Peste Negra, la muerte, en medio de frecuentes convulsiones políticas y cismas religiosos, ocupa el centro de gran parte de la cultura europea de los siglos XIV y XV. La Baja Edad Media, que es el final de la era medieval, es el momento en el que la muerte aterra, porque en cualquier momento, irrumpe en la realidad cotidiana de forma violenta, afectando a todas las clases sociales dejando su testimonio en la literatura y en las artes. Otro factor importante registra hoy la historia, la llegada de un ciclo climático frío, llamado Pequeña Edad de Hielo, que se aplica a los siglos XIV y XV, después de gozar en el siglo XIII de un clima que favoreció las cosechas conocido como el Optimo climático, que propició el aumento de la población europea.

Las Danzas Macabras, la Peste Negra y la Pequeña Edad de Hielo
Danza macabra alemana, donde nueve mujeres de diferente rango social, incluida la emperatriz, bailan con esqueletos que representan a los muertos. La economía de la salvación está descrita en las esquinas, desde la crucifixión, el paraíso perdiéndose, el cielo y el infierno. Doce figuras más desde el papa y el emperador, pasando por el burgués, hasta el tonto, que bailan con la muerte en forma de esqueleto, rodean la imagen central de este cuadro elaborado por autor desconocido en el siglo XVIII.

La Pequeña Edad de Hielo se caracterizó por diluvios, inundaciones, vendavales, heladas y granizadas que destrozaron las cosechas y acabaron con los ganados, los salarios bajaron y los precios y los impuestos aumentaron, abonándose un terreno fértil para la llegada de la devastadora Peste Negra, que viaja, con las ratas negras, en barcos venecianos desde la China a través de los mongoles. 

Para la mentalidad medieval estos hechos se percibieron como de origen divino a causa de la ira celestial despertada por los múltiples pecados y la poca Fe de los seres humanos. La Peste Negra más las hambrunas, la Pequeña Edad de Hielo y los conflictos militares propiciaron que la muerte se convirtiera en la protagonista de la cultura europea durante la Baja Edad Media.

El historiador Huizinga afirma que el final de la Edad Media se obsesiona con la muerte: "Es como si el espíritu medieval en su última época no hubiese sabido contemplar la muerte desde otro punto de vista que exclusivamente el de la caducidad". La muerte ocupa un papel preeminente en las artes plásticas desde el siglo XIII hasta después del 1500, aunque es en el siglo XV cuando se presenta en todo su esplendor la cultura de la muerte en Europa.

La sociedad medieval estuvo íntimamente familiarizada con las representaciones de la muerte y el horror que ella inspiraba en un momento histórico en el que cualquiera podía morir en cualquier momento, a causa de la guerra, o a causa del hambre, o fulminado por la Peste Negra. La muerte representada generalmente como esqueleto, "Riendo sarcásticamente, con el andar de un antiguo y tieso maestro de baile, invita al Papa, al emperador, al noble, al jornalero, al niño pequeño, al loco y a todas las demás clases y condiciones, a que la sigan." El reloj de arena hace siempre parte de las representaciones artísticas de la Danza macabra plasmada en murales, dibujos o grabados.

Las Danzas de la muerte conjugan elementos plásticos y textuales, en la danza participan en el baile colectivo o por parejas, un conjunto de mortales, hombres y mujeres, niños y viejos, como representantes individuales de los estereotipos sociales existentes relativo a jerarquías u oficios y al ejercicio democrático de la muerte, el poder igualador de la muerte, la única verdad de la que nadie puede escaparse. Recordemos que la danza es un elemento festivo, pero resulta macabro que los hombres y las mujeres tengan que ejecutarla obligados por la muerte. La vida es breve. Morir es una costumbre que sabe tener la gente, dice Borges.

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Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

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