Alrededor del médico anatomoclínico y músico René - Théophile - Hyacinthe Laennec (1781-1826) y el defensor de la medicina fisiológica François-Joseph-Victor Broussais Broussais (1772-1838), se centra la medicina del Romanticismo en Francia. Para Broussais todas las lesiones (siguiendo las teorías del inglés Brown) tienen por causa un estímulo exterior, su patología fisiológica se opone a la mentalidad anatomoclínica causando una polémica pública y permanente con Laennec, discípulo de Bichat, se burla del estetoscopio por él inventado, desprecia la lesión anatómica la trata de mera casualidad y de tener poco valor diagnóstico, predica la doctrina de la Irritación, la patología es exaltación de las propiedades vitales.
Demagogo, Broussais, dominaba en la Francia napoleónica de tal manera, que en 1833 hizo importar 41 millones de sanguijuelas, cuyo uso defendía en una terapéutica antiflogística y debilitante, que acompañaba con rigurosas dietas contra la irritación, contra el patológico exceso de excitación que, según él, traía la enfermedad; las malas lenguas decían que Broussais y sus sanguijuelas les habían costado más sangre a los franceses que la fracasada campaña rusa de Napoleón. Se habla de vampirismo en la historia de la medicina por el uso excesivo de sanguijuelas que se aplicaban para todo y por todas partes. Broussais, más elocuente con su medicina especulativa, sobrevive años a Laennec, que lo sobrevivirá por siglos.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).