Institucionalización de la Medicina Legal en Colombia

Abel Fernando Martínez Martín | 16/03/2020 - 09:07 | Compartir:

Al finalizar el siglo XIX, la medicina se institucionaliza en nuestro país, con la aparición de las primeras publicaciones científicas, con la creación de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y con la aparición de las sociedades científicas médicas en Colombia. 

Institucionalización de la Medicina Legal en Colombia
Carátula de un ejemplar de la Revista de Medicina Legal de Colombia, que era el órgano del Instituro de Medicina Legal de Bogotá, correspondiente al año 1939, números 57 y 58, editada en la Imprenta Nacional, que dirigía el destacado médico legista Guillermo Uribe Cualla, famoso profesor de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional y Médico jefe del Instituto de Medicina Legal.

La segunda mitad del siglo XIX representó un proceso de fragmentación y creación de oficinas regionales de Medicina Legal en los Estados Unidos de Colombia, dentro de la incipiente legislación en la materia, emprendida por los Estados Soberanos, proceso que se frustra a raíz del centralismo del Gobierno de Rafael Núñez, la Regeneración y la Constitución de 1886. La Medicina Legal fue desde los primeros tratados, que datan de finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX, una rama de la Higiene Pública, por lo que su enseñanza estuvo ligada desde el principio a las Facultades de Medicina republicanas y a las mentalidades médicas hegemónicas.

El proceso de institucionalización de la Medicina Legal en Colombia se produjo, hace un siglo, en las dos primeras décadas del siglo XX, surgió desde la medicina, en especial desde su órgano rector, que a la vez se desempeña como asesor del gobierno nacional en temas de salud, la Academia Nacional de Medicina y desde la Junta Central de Higiene, organismo central de salud del país; instituciones de las que hacen parte reconocidas figuras médicas, que son también los profesores de las cátedras de Medicina Legal y Psiquiatría Forense de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, también de la Facultad de Derecho, además de ser los ponentes en los Congresos Médicos Nacionales y casi todos parlamentarios, quienes, además, serán los futuros funcionarios que dirigirán el Instituto de Medicina Legal. 

El proceso de medicalización da origen a una presión para la organización de un servicio médico - legal institucionalizado y centralizado, basado en los avances de las ciencias en los campos de la Antropología Criminal, la Medicina Legal y la Psiquiatría Forense, que permitieron un cambio en la legislación penal de Colombia, en la formación médica y en el papel de los médicos como peritos en los procesos médico - legales. Estas ideas se materializan en el proyecto de Ley que lleva a la organización de un servicio nacional de Medicina Legal, regido por criterios científicos, que ejerce el control social a través de los discursos y las acciones médicas. Existía una preocupación, por parte de los actores médicos de principios del siglo XX, por el control social y el estudio positivo de la Antropología Criminal y de la Psiquiatría Forense, usadas como herramientas científicas y legales, respaldadas por la medicina y las corrientes científicas de Europa y Norteamérica, que aparecen en las publicaciones especializadas de la época, así como en precisar el acto médico - legal del Peritaje, reglamentarlo y, también, remunerarlo, pues era obligación de los médicos ante la ley, que desempeñaban gratuitamente. 

De esta manera, se produjo en Colombia, en las primeras décadas del siglo XX, la medicalización de otra área de las Ciencias de la Salud y de otro campo social del que se apodera la medicina en búsqueda de su definitiva institucionalización, con la paralela construcción de los asilos, de las cárceles, de los reformatorios, los manicomios para locos y locas, dispensarios, las instituciones de beneficencia, nombre liberal para reemplazar a la cristiana caridad y, por supuesto, hospitales, donde por igual se aislarán a criminales, degenerados, locos, mendigos, pobres, alcohólicos, prostitutas, vagabundos, campesinos, analfabetos y proletarios, que se ven como una amenaza al nuevo orden social, que se quiere establecer dentro del imaginario del progreso, la urbanización y la modernidad, que se desea y se teme, materializado en este campo, en la organización de un servicio médico-legal, institucionalizado y centralizado, el Instituto de Medicina Legal, que sigue funcionando en nuestros días. 

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Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

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