La figura de la virgen mártir patrona de los partos difíciles, cuya fiesta coincidía con la proclamación de la Junta en Santafé el 20 de julio de 1810, es empleada por Antonio Nariño, presidente de Cundinamarca, a partir de 1812, cuando se inaugura la fiesta y la procesión en honor a la santa de la Independencia con la escultura policromada de la iglesia del hospital de San Juan de Dios.
Santa Librada, aparte de su evidente símil fonético con la libertad, es vista como símbolo de la Independencia por los detalles de su vida y martirio, la Nueva Granada (santa Librada) y las provincias americanas (sus ocho hermanas) abandonadas primero por su madre (la Monarquía hispánica) y luego encarceladas y amenazada de muerte por su padre (el rey), a quien resisten y desafían, aunque en ello se les vaya la vida (las guerras de Independencia). En 1812, Nariño es homenajeado por el cabildo de Bogotá, antes de partir a la Campaña del Sur.
El sermón que hace por primera vez elogio a santa Librada como patrona de Cundinamarca y por primera vez emplea el nombre indígena de Bogotá, es pronunciado por el franciscano fray Francisco Florido. Intenta unir el concepto de la Madre Patria con Cundinamarca a través del designio divino de la Independencia, por la intersección de santa Librada. Florido propone el plan de su discurso, que se realizó en las fiestas que en honor a la patrona de Cundinamarca se celebrarían con boato en 1813 y 1815: "Complace el Altísimo que Cundinamarca se haya acogido bajo los auspicios de la gloriosa Santa Librada, nos presentan en este Templo su imagen, para que a su vista levantemos las manos al cielo y bendigamos a nuestro Dios, que quiere comencemos a gozar las felicidades todas de un gobierno acertado por la elección de nuestro presidente… Dios que libró a santa Librada de los furores de una madre cruel y de la sevicia de los verdugos, dispuso a esta virgen para que fuera el consuelo y la alegría de Cundinamarca".
La escultura que se lleva en patriótica procesión tiene un buen manejo de la talla, una refinada técnica pictórica, se le colocaron ojos de vidrio y tiene una máscara metálica en la cara, la escultura se le atribuye a la Escuela Quiteña del siglo XVIII. Su arribo es de 1723, cuando se inauguró la iglesia de San Juan de Dios.
En 1813, con el fin de las guerras entre Federalistas y Centralistas, se celebró la fiesta de la Independencia. El gobierno y la representación nacional marcharon a la iglesia de san Juan de Dios y en procesión llevaron la imagen de Santa Librada a la catedral. El martes 20 de julio, fiesta de la Santa, se predicó en la catedral con discurso del padre Florido. En 1814, las tropas se formaron en la plaza y el presidente con la representación nacional fueron a la iglesia de san Juan de Dios trayendo a santa Librada a la Catedral. El día 20 se predicó la misa en presencia de la imagen. En la fiesta de 1815: "se trajo de San Juan de Dios a santa Librada, con toda la ostentación". El 20, se celebró el Te Deum en la catedral en presencia de santa Librada. Con la llegada del Ejercito Expedicionario a Santafé, el 6 de mayo de 1816, la Reconquista, concluye el primer ciclo de fiestas dedicadas a santa Librada el día de la Independencia. El 20 julio de ese año, Caballero narra que la fiesta se reemplazó por ejecuciones en la Plaza. Inicia el relato del día 20 recordando que es el día de Santa Librada y concluye: "Ese año, el Pacificador Morillo celebró solemnemente en la iglesia del convento de Santo Domingo la fiesta en honor a la Virgen de Chiquinquirá, recuperada por los realistas, con lo cual la imagen de santa Librada es olvidada. La memoria de santa Librada siguió en la República. El antiguo convento dominico de las Aguas, convertido en hospital en 1801 se llamó Hospital Militar de Santa Librada después de 1819. Mediante decreto de 1823 de Santander mandó establecer en Cali un colegio que se llamaría Santa Librada. La fiesta de santa Librada desapareció luego de 1815, reapareció en la presidencia de Santander con el Colegio de Cali, hasta la presidencia de Morillo Toro, cuando se volvió a realizar la procesión y celebración de la Independencia en torno a santa Librada".
Durante la Regeneración y la Hegemonía Conservadora desaparece santa Librada para reaparecer de 1920 a 1960, cuando con su traslado a la Casa del Florero desaparece definitivamente del calendario patrio. Se trajo de la Iglesia de Santa Inés, tras su demolición. Desde 1895 la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional funcionó en el claustro de Santa Inés vecino al hospital de San Juan de Dios. En el bipartidista siglo XX, la procesión de Santa Librada que se celebraba el 20 de julio llegó a adquirir estrecha vinculación con el partido Liberal y casi no aparece cuando llegan los conservadores al poder, aunque sí procesionó la santa en el centenario en 1910, en plena hegemonía conservadora.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).