A este médico nacido en la griega Pérgamo, ciudad ubicada en la actual Turquía, "que poseía el más célebre Templo de Esculapio del helenismo tardío", urbe que estaba recién conquistada por Roma en el siglo II de nuestra era, se le considera como el sintetizador de la Medicina Antigua, siete siglos después del también griego Hipócrates de Cos, a quien consideraba su maestro, que combinó con la filosofía aristotélica.
Galeno escribió profusamente, desde su adolescencia y durante toda su vida, no solo sobre anatomía, fisiología, patología y terapéutica, es decir, sobre medicina, sino también, sobre filología, lógica y filosofía, sostenía que "el mejor médico es también filósofo", y sobre retórica, y lo hizo hasta su muerte, cuando contaba con cerca de 70 años de edad, después de haber estudiado en Corinto, en Esmirna y especialmente en la egipcia Alejandría, haber diseccionado animales, haber trabajado como médico de los gladiadores en su natal Pérgamo, que dependían directamente del Templo de Esculapio, y llegado a Roma, la populosa capital imperial, como un simple artesano extranjero, y terminar siendo nombrado como médico personal del emperador Marco Aurelio, atendiendo a sus descendientes y mejorando radicalmente el estrato social y los ingresos de la profesión médica en la Roma del siglo II, pasando de artesano a importante miembro de la élite romana.
El denominado "Corpus Galénico" es considerado por los historiadores de la medicina más como una enciclopedia que como un sistema médico consolidado, que reúne su abundante y variada producción escrita, cientos de libros que compuso utilizando también varias formas literarias como el diálogo, la epístola, el resumen o el comentario.
Galeno llegó a producir una monumental obra que superó a la de todos sus antecesores, que está formada por cerca de tres millones de palabras, de los diez millones de palabras que se calcula que escribió Galeno de Pérgamo, siempre en su lengua materna y en la lengua de la medicina, en el griego jónico. Se trata de una extensa obra que a su vez fue el resultado de más de medio siglo de lecturas, estudios, investigaciones, polémicas y práctica médica de Galeno en el mundo clásico del segundo siglo de nuestra era. Una quinta parte de sus escritos galénicos lo constituyen los comentarios que hace en su obra al médico que considera su maestro, Hipócrates de Cos.
La historiadora británica Violet Moller afirma en su libro La Ruta del Conocimiento: "Sorprendentemente, esa cantidad ingente constituye alrededor de la mitad de la literatura de la antigua Grecia que ha llegado hasta nosotros" y agrega la razón de su importancia, que es debida a la capacidad que tuvo Galeno "de revisar y evaluar las teorías que heredó de los cultivadores de la medicina que lo precedieron, y de presentarlas de una forma coherente y accesible es lo que hace de él una figura tan importante".
El "Corpus Galénico", que se debía prender en cierto orden, definió los estudios de la medicina durante un milenio, en siglos que transcurrieron desde la antigüedad clásica, luego se consolidaron en el mundo árabe, posteriormente en la Escuela de Salerno y, luego, en las primeras universidades europeas que nacieron en la Edad Media y siguieron enseñando a Galeno de Pérgamo hasta el siglo XIX; por eso a los médicos todavía, en el siglo XXI, se les sigue llamando "galenos".
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).