Expósito significa expuesto, abandonado. Un niño podría ser expuesto a las puertas de alguna casa, muchas veces la misma casa cural o de una iglesia o un convento, o la sede de alguna institución de caridad o de beneficencia, o en la puerta de la casa de alguna familia notable de la ciudad, para que alguien lo recogiera y se hiciera cargo de él, o lo destinaran a un orfanato, pues sus padres lo abandonaban a la caridad pública porque no podían mantenerlo, por falta de recursos o por nacer fuera del católico matrimonio. Tenía que ser un recién nacido, un niño menor de un mes, para poder ser considerado como un niño expósito.
En otras ocasiones el recién nacido, cubierto por una tela o en un canasto, era dejado en un cruce de caminos, donde quedara expuesto, donde fuera visto, se trata de niños abandonados en lugares alejados y luego recogidos y criados por la comunidad, que oye su llanto. Es común encontrar en los libros de bautismos de las parroquias tunjanas del siglo XIX que el recién nacido abandonado “fue encontrado en el bosque” o fue hallado el infante “a la orilla del río”, aunque con menos frecuencia que la registrada en los siglos coloniales.
No tenemos que olvidar que fueron estos niños expósitos los que embarcaron en el puerto de La Coruña, en España en 1803, para recorrer el mundo en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, llevando en sus brazos el “fluido vacuno” a América y Asia, la vacuna de Edwar Jenner, eran niños expósitos, 22 fueron los expósitos que salieron de la Coruña en la corbeta María Pita. En la Nueva Granada fueron un total de 56.329 los vacunados contra la viruela, a marzo de 1805, trasportada en los brazos de los niños expósitos americanos, que reemplazaron a los que salieron de España.
En Tunja, durante el siglo XIX, se registra en los libros parroquiales un promedio anual de 240 bautismos en las tres parroquias de la ciudad. Los primeros cinco años del siglo XIX presentan un promedio anual de 155 niños bautizados y para los últimos cinco años del siglo el promedio anual de bautismos en Tunja asciende a 308, casi el doble del promedio de bautismos que se observa en el primer lustro del, lleno de guerras, siglo XIX.
El porcentaje de bautismos por parroquia nos muestra que en la Parroquia de Santa Bárbara se registra el mayor número de bautismos durante el siglo XIX, con el 43 % de los bautismos registrados en los libros, seguida de la parroquia de la Catedral, con el 33 %, y de la parroquia de las Nieves, con el 24 % de los registros de bautismos de la ciudad de Tunja durante el siglo XIX.
En las tres parroquias de la ciudad de Tunja, en el siglo XIX, La Catedral, Santa Bárbara y las Nieves, en general, este grupo poblacional de los expósitos y abandonados desde pocos días después de su nacimiento es más reducido, al lado de los legítimos (62 %) e ilegítimos (37 %); lo expósitos alcanzan el 1,14 % de todos los bautizados en la ciudad de Tunja durante el siglo XIX.
La Parroquia de la Catedral, la central y la más importante, tiene el mayor número y proporción de expósitos, con el 1,5 %, le sigue la parroquia de Las Nieves, al norte, con el 1,4 % de expósitos, y, por último, la parroquia de Santa Bárbara, con el 0,7 % de niños expósitos, que a pesar de ser la que más niños bautiza en Tunja, es la parroquia que menos expósitos registra.
En las tres parroquias la tendencia al decremento en el número de expósitos a través del siglo es evidente y, al final del siglo XIX, prácticamente ya no existen en la ciudad de Tunja los niños expósitos. En varios años no aparece ningún expósito registrado en los Libros de Bautismos de las tres parroquias tunjanas. Igualmente, en las tres parroquias de la ciudad, los registros de expósitos femeninos superan a los expósitos del sexo masculino en los libros de bautismos, pero solo en un pequeño porcentaje, que no es estadísticamente significativo.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).