En 1715, sin tener Cátedra de Medicina, el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario concede el título de Médico a don José de la Cruz, convirtiéndose éste en el primer médico graduado en lo que hoy es Colombia. En 1758 el virrey José Solís, quejándose de "la falta de médicos y de todo consuelo humano", impone la obligación al protomédico del virreinato, Vicente Román Cancino, médico empírico, de dictar la Cátedra de Medicina en el Colegio del Rosario, la que dicta Cancino "sin orden, método ni constancia". En 1764, su alumno, Juan Bautista Vargas, quien ejerció en Tunja y participó en el movimiento de los Comuneros, se convierte en el primer médico colombiano formado y graduado en una universidad del país. En 1768, por poco tiempo, el doctor Vargas, reasume la Cátedra de Medicina del Colegio Mayor del Rosario, que había sido suspendida tras la muerte de su maestro Cancino, en 1765.
El Virrey Guirior encarga al fiscal Francisco Antonio Moreno y Escandón la realización de un plan de estudios que tuviera por fin la organización de una universidad pública. En 1768 presenta el ilustrado el "Proyecto para la erección en la ciudad de Santa Fe de Bogotá de una universidad pública de estudios generales".
En 1774, el Plan de Estudios de Moreno y Escandón es aprobado. Desde él, el criollo ilustrado Moreno y Escandón ataca la enseñanza medioeval, escolástica, retórica, metafísica y dictada en latín, para dar paso a una ciencia útil, racional, en lenguaje matemático, observadora de la naturaleza y determinista, característica del movimiento de la Ilustración.
Privilegia el Plan de Estudios de Moreno y Escandón la palabra escrita en el texto, respaldado por el prestigio de un autor, frente al verbalismo retórico, la famosa disertación de la enseñanza escolástica. El plan introduce los exámenes, el control de la disciplina y de la asistencia, la selección de los catedráticos, todo en concordancia con las reformas borbónicas que se dan en España y se replican en los virreinatos. El Fiscal Moreno y Escandón, por orden real, es también el responsable de notificar a los jesuitas sobre su expulsión en Santa Fe.
El Plan de Moreno y Escandón suspende las Cátedras de Medicina y los grados que confería hasta ese momento la Universidad Santo Tomás, teniendo a Juan Bautista Vargas como único profesor: "hasta que no se organice convenientemente esta rama del saber humano". Asimismo, agrega: "porque los religiosos no podían aprobar en lo que ignoraban", acabando de esta manera también con las prebendas de los Jesuitas y de los Colegios Mayores.
El Plan de Moreno y Escandón dura cinco años. Un nuevo Plan de Estudios, menos radical, es impulsado por el Arzobispo Virrey Antonio Caballero y Góngora, con el apoyo del igualmente médico sacerdote José Celestino Mutis, nuevo plan que entra en vigor en 1787. La Cátedra de Medicina se le ofrece a Mutis quien la rechaza en 1799, el virrey encarga la Cátedra de Medicina a su discípulo el hermano hospitalario Miguel de Isla, mientras Mutis prepara el Plan de Estudios. En su trabajo Estado de la Medicina y de la Cirugía en el Nuevo Reino de Granada, publicado por José Celestino Mutis en 1801, ante "el deplorable estado de la Medicina, Cirugía y Farmacia en todo este Nuevo Reino", plantea el médico ilustrado como solución la enseñanza pública de la Medicina para formar los médicos y demás personal necesario para atender las deplorables condiciones de salud que padece el virreinato de la Nueva Granada.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).