Los servicios de inteligencia militar norteamericanos, que estaban integrados en la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), fueron los responsables del programa de estudios aplicados a la guerra psicológica, junto con su sucesora, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), que fue la creadora del programa secreto de ingeniería de la conducta, conocido como MK-Ultra, en los años 50, en plena posguerra fría, orientado al control poblacional y a la modificación de la conducta humana.
Aplicaron dos tipos de psicología en la Segunda Guerra: la psicología blanca, usada en los procesos de selección y reclutamiento, en evaluación psicológica, estudios de actitud y tratamiento de combatientes; y la psicología gris, que estaba enfocada en la guerra psicológica contra el aparato de propaganda nazi y a la investigación aplicada de los alemanes sobre la moral de la población.
La respuesta a la guerra psicológica alemana fue creada por la OSS y seguida, en la postguerra, por la CIA. El oscuro programa MK-Ultra utilizó varias drogas alucinógenas, como el LSD, para modificar el estado de conciencia de las personas. Los experimentos iniciaron en abril de 1943, tras el hallazgo del alucinógeno por el químico de la empresa suiza Sandoz, Albert Hoffman.
La agencia utilizó a varias organizaciones que servían de fachada para acercarse a más de 80 instituciones (hospitales, prestigiosas universidades, centros de investigación, cárceles y empresas farmacéuticas) y científicos en EE. UU., Reino Unido y Canadá. "Pacientes en hospitales psiquiátricos, presos en instituciones federales e incluso las personas del público recibieron drogas y fueron parte de experimentos". La idea era "descubrir cómo interrogar a las personas y debilitarlas también, cómo proteger a su personal de esas técnicas".
Donald Ewen Cameron un, en ese entonces, prestigioso psiquiatra escocés-estadounidense, graduado en la Universidad de Glasgow, fue también un destacado defensor del nuevo enfoque científico del cerebro; para él, la mente era una computadora que se podía reprogramar borrando memorias y reconstruyendo totalmente la psique humana. Cameron fue presidente de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (1952-53 y 1963), de la Asociación Canadiense de Psiquiatría (1958-59), de la Sociedad de Psiquiatría Biológica (1965) y de la Asociación Mundial de Psiquiatría (1961-66). La CIA se acerca a Cameron tres años después de lanzar el programa MK-Ultra. Cameron también crea el departamento de psiquiatría de la Universidad McGill, en Montreal, Canadá.
El hospital conocido como "el Allan", en la misma ciudad donde se llevaron a cabo estos nada éticos procedimientos de investigación científica, que incluían terapia con electrochoques, privación sensorial extrema, aislamiento, agresiones verbales y sexuales, repetición de mensajes por audífonos, LSD y otras sustancias psicoactivas, estaba bajo su dirección. Bernard Shaw, afirmaba, con toda razón: "Las atrocidades no lo son menos si ocurren en laboratorios y se llaman investigación biomédica".
Estados Unidos acababa de condenar a los jefes nazis en el Juicio de Nuremberg, acusados de haber realizado experimentos médicos sin el consentimiento de los sujetos involucrados. Cameron lo sabía de sobra, pues fue llamado al Juicio para dar un concepto sobre el nazi Rudolph Hess. El Código de Nuremberg, que vigila la ética en la investigación científica, fue firmado en 1946. El programa MK-Ultra duró 20 años en funcionamiento, desde 1953 hasta 1973.
El programa se hace público en 1973, se desclasifican algunos documentos de la CIA y se produce el informe del Subcomité de salud e investigaciones científicas del Senado norteamericano (1977), que reveló qué fue el programa MK-Ultra (1951), una compleja y amplia red secreta de subprogramas aplicados (149) en diferentes contextos y sitios, con diferentes perfiles de personas, a las que sometieron a experimentos orientados a la modificación de la conducta mediante diversas técnicas y sustancias, sin que los sujetos supieran nada ni dieran su debido consentimiento.
Utilizaron LSD y aplicaron electrochoques, técnicas pavlovianas, exposición a radiaciones y hasta la hipnosis de Charcot, además de utilizar las teorías psicoanalíticas de Freud y de Jung y las de Lewin como marco teórico de sus cuestionadas investigaciones secretas, en la que participaron universidades, hospitales, centros de investigación y escuelas de medicina.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).