La familia Bartholin se hizo famosa en Dinamarca porque doce de sus miembros se desempeñaron como profesores en la Universidad de Copenhague, el centro educativo más prestigioso del país. Tres generaciones de la familia son conocidas en la historia de la medicina, por sus contribuciones a la anatomía y a la medicina de los siglos XVII y XVIII. Se trata de Caspar Bartholin, el Viejo (1585-1629), el fundador de la dinastía médica danesa, y le sigue en la saga familiar su hijo, Thomas Bartholin (1616-1680), médico, anatomista, matemático y teólogo.
Thomas fue el segundo de los seis hijos que tuvo Caspar Bartholin, el Viejo, quien nació en Copenhague. A la muerte de su padre, en 1629, cuando tenía 13 años, su tío Ole Worm, el creador del gabinete de curiosidades, de la inexistencia de los unicornios y de los huesos craneales que llevan su nombre, fue el que se hizo cargo de su educación. De hecho, fue Thomas Bartholin quien sugirió utilizar el epónimo "huesos wormianos" para honrar el trabajo anatómico de su tío y mentor.
Thomas, a los 18 años (1634), ingresó a la Universidad de Copenhague, iniciando, como su padre, con el estudio de la teología. Tres años después, con el apoyo de su tío Ole Worm y gracias a una beca del rey de Dinamarca, pasó nueve años visitando reconocidas universidades europeas, como París, Basilea, Montpellier, Leiden y Padua. Fue en la Universidad de Leiden, en 1637, cuando descubrió su vocación por la medicina y fue allí donde se dedicó de lleno a estudiar los vasos linfáticos y la teoría del médico inglés William Harvey (1578-1657) sobre la circulación.
Además de medicina, Thoman Bartholin estudió filosofía, arqueología, filología y leyes, pero sus trabajos más importantes fueron en anatomía, por la insistencia de su protector y tío Ole Worm. En Leiden, Thomas fue alumno de Johannes de Wale (1604-1649), uno de los fundadores de la fisiología experimental, quién lo empujó a publicar una nueva y mejorada edición del libro de anatomía de su padre, la primera de una serie de ediciones publicadas desde 1641 con la ayuda de Wale y del anatomista alemán Franciscus Sylvius (1614-1672), uno de los fundadores de la escuela Iatroquímica, con cisura y acueducto en el cerebro, que recuerdan su trabajo anatómico.
En 1640 enfermo de tuberculosis; Thomas viajó a París, Orleans, Montpellier y, terminó en Padua, donde recuperó su salud y estudió con Johan Rhode (1587-1659), director del Jardín Botánico de Padua, y fue alumno de Johann Vesling (1598-1649), profesor de anatomía y cirugía en Padua, autor del Syntagma anatomicum (1641), donde hizo una temprana descripción del sistema linfático, que interesó a su discípulo Bartholin. Vesling ayudó a Thomas a hacer una segunda revisión de las Anatomicae instituciones de su padre, Caspar Bartholin, que fue publicada en 1645, el año en que Thomas Bartholin viajó a Basilea a recibir su título de doctor en medicina.
En 1646, Thomas vuelve a Copenhague, donde fue nombrado profesor de filosofía en la universidad y se hizo cargo de la cátedra de anatomía (1649) y del Domus Anatómica, el primer anfiteatro anatómico de Dinamarca; de esta manera, la moderna anatomía de la Universidad de Padua fue introducida en Copenhague. Su alumno más famoso fue Niels Stenon (1638-1686), descubridor del conducto parotídeo, declarado Beato por Juan Pablo II (1987). La mayor contribución de Thomas Bartholin fue el descubrimiento, en 1652, de que el sistema linfático era un sistema fisiológico separado, desconocido hasta entonces, que publicó en su libro Vasa lymphatica nuper hafniae in animalibus inventa et hepatis exsequiae (1653), donde acuña el término linfático.
Con permiso del rey, sufriendo de problemas renales, se retiró a los 44 años a una granja a 75 km de Copenhague, donde se dedicó a los estudios literarios, históricos, anticuarios y médico-filosóficos. En 1670 la granja sufrió un incendio que acabó con gran parte de su biblioteca y de sus manuscritos. El rey de Dinamarca nombró a Thomas Bartholin su médico personal. En 1671 fue nombrado Rector y Bibliotecario de la Universidad de Copenhague. El rey le pidió, en 1672, organizar la medicina danesa para los próximos 10 años. En 1673 estableció el primer examen obstétrico en Copenhague y comenzó la publicación de la primera revista científica de Dinamarca, una de las primeras revistas médicas del mundo, el Acta medica et philosophica hafniensa.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).