Se habla mucho más de su relación con la Expedición Botánica y mucho menos sobre su papel como educador, como en la cátedra y el Plan de Estudios de Medicina, propuestas por este médico gaditano, José Celestino Mutis, para el virreinato de la Nueva Granada. Primero es importante recordar el inicio de esta cátedra en 1636, tras los estragos causados por la Peste General, un siglo después de la conquista del territorio, que estuvo a cargo del médico Rodrigo Enríquez de Andrade y fue suspendida al poco tiempo la cátedra de medicina por absoluta falta de interesados en la medicina escolástica que se dictaba en latín. La cátedra de medicina funcionará irregularmente en el trascurso del siglo XVIII, sin logar nunca consolidarse. Desde su llegada, Mutis se quejaba en sus informes de la falta de médicos, de la abundancia de curanderos y del "lastimoso estado de la medicina en el Nuevo Reino".
En 1771, el virrey Pedro Mexía de la Zerda le concede a Mutis el desempeño de la cátedra de medicina en Santafé, que se financiaría con las rentas de la venta del alcohol: "500 pesos del ramo del aguardiente", al tiempo que le entrega el cargo de Protomédico, pero Mutis rechaza la oferta del virrey, prefiriendo continuar con la cátedra que regentaba de matemáticas y no distraer sus estudios de Historia Natural relacionados con la Expedición Botánica.
Mutis sigue interesado en el tema de la enseñanza de la medicina y la cirugía, presentando 30 años después el Plan de Estudios de Medicina en 1801 y en 1804. En el Plan de Estudios de 1804, Mutis propone ocho cátedras: matemáticas y física; anatomía y cirugía, medicina teórica, medicina práctica o patología y medicina clínica; doctrina hipocrática y botánica. Mutis plantea una carrera en ocho años, cinco eran teóricos en la facultad y tres años eran de práctica en el hospital. Une Mutis teoría y práctica, medicina y cirugía, hospital y universidad. Su discípulo, y antes hermano hospitalario de San Juan de Dios, Miguel de Isla, que se forma como médico al lado de Mutis, daría comienzo a la cátedra de medicina en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario de Santafé, el 12 de octubre de 1802, continuando con la cátedra de Isla hasta su muerte en 1807, cuando lo sucede Vicente Gil Tejada.
No hay que olvidar, que además de su Plan de Estudios de Medicina, José Celestino Mutis desempeñó una labor importante en el campo de la difusión de la ciencia, a través de la publicación de artículos científicos sobre la viruela, la inoculación y sobre la vacuna, desarrollada por Edward Jenner, en 1796 y promovida por los ilustrados europeos y españoles y las monarquías absolutas.
Sobre los estudios de la química se destaca su relación con las prácticas de la minería y la metalúrgica naciente, que tanto interesaban a Mutis y que justificaban la utilidad de la enseñanza de la química. El Plan de Estudios de 1787, del arzobispo virrey Caballero y Góngora, crea la “cátedra de química perpetua”. Tres años antes, había llegado al Nuevo Reino, el químico Juan José Delhuyar, solicitado por Mutis, quien dedicó parte de su vida y su dinero a la minería. En 1801, Mutis le plantea al virrey Mendinueta la creación de la cátedra y de un laboratorio de química, proponiéndolos como un apartado del Plan de Estudios de Medicina.
Las acciones de este ilustrado médico y cirujano, botánico y educador, en la creación de cátedras universitarias, en la difusión del sistema heliocéntrico de Copérnico, de la filosofía natural de Newton, del sistema taxonómico de Linneo, de las matemáticas modernas, de la medicina, cirugía y la higiene ilustradas, así como la creación de los primeros planes de estudios universitarios de matemáticas, medicina y cirugía y química, son reconocidos hoy en todos los estudios históricos sobre el médico y sacerdote gaditano José Celestino Mutis.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).