El Arte y la Medicina se vuelven a juntar en el Renacimiento, Miguel Ángel y Vesalio mueren en el mismo año, 1564. Un origen común, en el Renacimiento, comparten la Anatomía Moderna, el Dibujo y la Pintura. En la Botica no sólo los médicos preparan sus medicamentos, también acudían los pintores tras la búsqueda de pigmentos. Aumenta la disección de cadáveres, se publican los primeros libros de anatomía con imágenes destinados a la enseñanza, nace una nueva anatomía que sigue anclada a la fisiología galénica, pero que, comparando imágenes, existe un abismo entre las dos miradas, pues la segunda está llena de discrepancias entre lo leído y lo visto por el ojo renacentista.

Existe autorización papal para realizar autopsias, para médicos y artistas que pintan la Anatomía humana. Colombo dice haber visto un millar de cadáveres. El platónico Marsilio Ficino escribe: “Alabamos en el cuerpo humano la proporción de sus miembros”, nunca abandonó sus estudios de Medicina, escribió sobre temas de higiene y estudió la visión. Francis Bacon afirma: “la composición variable del cuerpo del hombre lo ha convertido en un instrumento fácil de destemplar… el oficio de la Medicina se reduce a afinar esa curiosa arpa que es el cuerpo humano y a reducirla a la armonía”. Los anatomistas demuestran que Galeno construyó su anatomía sobre vacas y monos y caen una a una sus teorías, el filtro del riñón, la comunicación interventricular, la red admirable cerebral, la mandíbula inferior compuesta por dos huesos, el esternón por 7, etc. El Renacimiento acabó con la anatomía galénico-aristotélica, creando las bases de la anatomía y la farmacología modernas. La Fisiología sigue siendo galénica, humoral.
Giacomo Berengario da Carpi 1470-1550, anatomista y cirujano italiano, acompañó, sus comentarios a la obra anatómica de Mondino de Luzzi, con 21 xilografías, convirtiéndose en el primer texto de anatomía ilustrado. La obra De Humanis Corporis Fabrica de Vesalio, dedicada al emperador Carlos V, es un monumento a la espacialidad y a la arquitectura anatómica, característica del Renacimiento. Vesalio escribe: “Galeno fue engañado por la disección de cerebros bovinos… tu Galeno que te dejaste engañar por los simios”. Corrige más de 200 errores de la anatomía galénica. La Fábrica se publica en 1543, el mismo año que la obra de Copérnico y un año después de morir Paracelso. El artista flamenco Jan Kalkar, discípulo de Tiziano, realiza los grabados de La Fábrica.
En la Biblioteca de Leonardo da Vinci estaba la obra Fasciculus de Medicinae de Johanes Ketham. Uno de los dibujos de Leonardo es el del Centenario de 1507-8, junto al dibujo se lee: “Este hombre, pocas horas antes de su muerte, me dijo que había superado los cien años y que no era consciente de ninguna deficiencia en su persona salvo la debilidad. Y de este modo, en el Hospital de Santa María Nuova en Florencia, sin ningún movimiento o signo de desasosiego, abandonó la vida. Y yo hice una anatomía para conocer la causa de una muerte tan dulce”. Leonardo disecaba “cadáveres de criminales, indiferente ante este trabajo inhumano y nauseabundo”. Alberto Durero se dibuja a sí mismo desnudo (1512-13) para, a manera de consulta a distancia, señalar al médico el lugar del dolor que lo aquejaba.
El Renacimiento no solo es anatomía, Girolamo Fracastoro, fundador de la epidemiología moderna, describiendo una planta consigna: “Plinio se equivoca! ¡Como de costumbre!”. Antigalénico radical, en 1537, Paracelso quema las obras de Galeno y Avicena, propugnando un alejamiento de los textos y un retorno a la experiencia y la observación de la naturaleza. A la farmacopea galénica vegetal y animal existente, Paracelso agrega la farmacia química, fundando con sus nuevas teorías la escuela Iatroquímica. La pólvora, otro símbolo del Renacimiento, hará desarrollar la cirugía. La guerra se vuelve arte y técnica y muchos artistas y médicos trabajan para ella. En el Renacimiento también se funda el primer Jardín Botánico. La medicina se aleja de la escolástica medieval y de la tutela religiosa. Existe un ascenso de la Burguesía y un ascenso social del médico, miembro de esta clase. Las doctrinas hipocrática y galénica, fundidas en la Edad Media, son separadas por los médicos del Renacimiento. Bacon reivindica a Hipócrates y ataca a Galeno. Caen Aristóteles, Galeno, Avicena, Ptolomeo y Plinio y suben Platón, Copérnico e Hipócrates.

Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).