La Medicina árabe en los cuentos de 'Las mil y una noches'

Abel Fernando Martínez Martín | 28/06/2021 - 08:34 | Compartir:

Las mil y una noches es una famosa recopilación de cuentos del Oriente, narrados por la joven Sherezade. Según la leyenda, el sultán Shahriar, para vengarse por la traición que le hiciera su primera esposa, se casaba con una mujer distinta cada noche y al día siguiente la decapitaba, para evitar nuevas traiciones. Para tratar de salvarse de su destino, la astuta Sherezade, a la que le toco el fatídico turno, decidió entretener al sultán durante la noche narrándole una historia y postergando el final hasta el amanecer, cuando se retiraba en silencio. Así, el sultán debía perdonarle la vida una noche más para poder conocer el fin de la narración. Sherezade, tras mil y una noches de cuentos, acabó por convertirse en sultana. Estos relatos armados en el siglo XIV provienen de un antiguo libro persa de cuentos del siglo IX titulado Los Mil Mitos.

La Medicina árabe en los cuentos de 'Las Mil y una Noches'
Ilustración y una carátula de una de los millones de ediciones de este clásico de la literatura medieval árabe. Las mil y una noches, originario del siglo IX, se mantuvo por siglos mediante tradición oral hasta su compilación en el siglo XIV. Obra literaria que no se conoció en Europa hasta inicios del siglo XVIII, cuando se tradujo al francés. La obra da testimonio de la Medicina medieval árabe y de sus bases hipocrático-galénicas.

Durante varias noches del relato de Sherezade, la esclava Tawaddud contesta a las preguntas que le hacen el Califa Harún Al-Raschid y sus sabios, dejándolos asombrados con su inteligencia, erudición y el dominio de todos las ciencias de la época. En la Noche 279, Tawaddud responde a un reputado médico de la asamblea de sabios que le dijo: "… ya es hora de ocuparse del cuerpo del hombre, sus nervios, sus huesos y sus vértebras, y por qué se le llamó Adán". Ella contestó: "El nombre de Adán, viene de la palabra árabe adim, que significa la piel, la superficie de la tierra, y se llamó así el primer hombre porque fue creado con un amasijo de tierra de diversas partes del mundo…".

"En el cuerpo dispuso Alah siete puertas de entrada y dos de salida: los dos ojos, las dos orejas, las dos narices, la boca y por otra parte, una delantera y un ano". La esclava domina la teoría humoral hipocrática griega galenizada y aristtelizada, llegada a los árabes a través de los nestorianos que salieron expulsados por herejes de Bizancio. Los musulmanes muestran una viva preocupación por el tratamiento médico de las enfermedades. "Sólo hay dos ciencias: la teología, que es para la salvación del alma, y la medicina, que se dedica a la salvación del cuerpo", dice una sentencia que es atribuida al profeta Mahoma.

"Luego, para dar un temperamento a Adán, el Creador reunió en él los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire. He aquí por qué el temperamento bilioso tiene la naturaleza del fuego, que es cálido y seco; el temperamento nervioso tiene la naturaleza de la tierra, que es seca; el linfático tiene la naturaleza del agua, que es fría y húmeda; y el sanguíneo la naturaleza del aire, que es cálido y seco. Después de lo anterior, acabó Alah de constituir el cuerpo humano. Puso en él trescientos setenta conductos y doscientos cuarenta huesos. Le dió tres instintos: el instinto de la vida, el instinto de la reproducción y el instinto del apetito. Luego le puso un corazón, un bazo, pulmones, seis tripas, un hígado, dos riñones, un cerebro, dos compañones, un nervio y una piel. Le dotó de cinco sentidos guiados por siete espíritus vitales. En cuanto al orden de los órganos, Alah puso el corazón en el lado izquierdo del pecho, y debajo de él extendió el estómago; puso también los pulmones para que sirviesen de abanicos al corazón; el hígado a la derecha para que fuese como la guarda del corazón, y por último el entrelazamiento de los intestinos y la articulación de las costillas".

"Respecto a la cabeza, se compone de cuarenta y ocho huesos; en cuanto al pecho, contiene veinticuatro costillas en el hombre y veinticinco en la mujer: esta costilla suplementaria se halla a la derecha y sirve para guardar al niño en el vientre de su madre, rodeándole y sosteniéndole".

Después de hablar durante varias noches de sangrías y ventosas, de la melancolía y la ictericia, de las estaciones y los elementos, del agua y los alimentos, le preguntan a Tawaddud: "¿En cuántas partes se divide la medicina?". Ella contestó: "Se divide en dos partes: estudio de las enfermedades y estudio de los remedios". 

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Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

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