La bata blanca que utilizan los médicos es el símbolo que los identifica hoy, como antes lo hizo el caduceo del divino Esculapio, con la serpiente enroscada (una sola serpiente); el maletín médico negro para las visitas domiciliarias; o el fonendoscopio, que se origina en el estetoscopio de Laennec y la mentalidad anatomoclínica de inicios del siglo XIX.

El fotógrafo estadounidense Elliott Erwitt, hijo de inmigrantes judíos rusos, tomó en 1966, en New Jersey, esta conocida foto de la Allied Chemical.
La bata blanca tiene una larga historia que se remonta a las primeras décadas del siglo XX, cuando se masifica la medicina de laboratorio de la medicina moderna, que acerca la medicina a la ciencia y hace que médicos y científicos usen la bata blanca. De ahí para atrás no hay batas blancas, sino médicos vestidos, generalmente, de negro. Antes del siglo XX, los médicos eran reconocidos por usar vestimentas de color negro en referencia a que en su profesión lidiaban con la vida y con la muerte.
A finales del siglo XIX, poco a poco, los cirujanos comenzaron a utilizar delantales que cubrían sus vestidos de calle para que se mantuvieran limpios. La bata blanca nace en el laboratorio de investigación. Se conoce como medicina de laboratorio a la creada por las mentalidades fisiopatológica y etiopatológica de la medicina moderna, a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX; mentalidades que se centraron en el laboratorio de investigación, que terminó integrado a la clínica hospitalaria y se hizo cada vez más dependiente de él.
La mentalidad etiopatológica, la medicina de laboratorio desarrollada por Pasteur y Koch, que llevó a la asepsia y la antisepsia con Joseph Lister, permitió disminuir radicalmente la mortalidad por infecciones en las salas de cirugía, haciendo posible, con la anestesia y la transfusión sanguínea, el desarrollo vertiginoso de la cirugía en el siglo XX. Todavía no aparecen los guantes de látex, ni las mascarillas, ni las gafas.
A la par del desarrollo de la cirugía, el modelo flexneriano norteamericano de 1910, basado en el laboratorio, la investigación y la enseñanza hospitalaria, privilegió el uso de la bata blanca en los estudiantes de medicina, tanto en los laboratorios de las ciencias básicas como en la enseñanza clínica hospitalaria, desde los inicios del siglo XX a los inicios del XXI.
Lo blanco cambió, en salas de cirugía, a verde y luego a azul, durante el siglo XX. Los primeros uniformes quirúrgicos fueron blancos para demostrar limpieza, fueron muy populares en las salas de cirugía en la primera mitad del siglo XX, pero el reflejo de las luces de la sala de operación, con sus intensas lámparas quirúrgicas, durante procedimientos prolongados, molestaba la vista, provocaba fatiga ocular y resequedad, pues la luz rebotaba en las prendas blancas aumentando la luminosidad y la fatiga visual. En la década de los años 60 del siglo XX se empezó a usar el color, porque ni el blanco ni el negro son colores, en los uniformes quirúrgicos. En los años 70, el color en las salas de cirugía, que primero fue verde y luego azul, se convirtió en la norma.
La psiquiatría y la pediatría fueron dos de las especialidades médicas que más resistencia opusieron al uso de la bata blanca, porque, para ellos, afectaba seriamente la relación médico paciente. Los primeros la usaron solo cuando tenían que ir al hospital y los pediatras rápidamente se llenaron de batas menos blancas, más alegres, más coloridas, más amables, para relacionarse mejor con los niños. La salud pública tampoco fue muy fanática de la bata blanca.
No se pueden olvidar en esta historia dos nuevas “enfermedades”, “entidades gnoseológicas” o “síndromes” generados por el uso de este símbolo de la moderna medicina hospitalaria, asociado históricamente a la curación: la hipertensión de bata blanca y la hiperglicemia de bata blanca.
La “Ceremonia de imposición de la bata blanca” tiene 30 años, se realizó por primera vez en la Universidad de Columbia, en Nueva York, en 1993, con los estudiantes de medicina que iniciaban el primer semestre. Otras escuelas lo hacen cuando los estudiantes culminan el ciclo básico y entran al clínico. En el 2001, 93 escuelas y facultades de medicina de EE. UU. realizaban la ceremonia que hoy se ha extendido por toda Colombia.

Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).