El naturalista y médico holandés Hermann Boerhaave, nacido en Voorhout en 1668 y muerto en Leiden, a los 70 años, en 1738, estudia primero Teología y luego Medicina, obteniendo el doctorado en 1693, con la tesis Sobre la utilidad del examen de los excrementos de enfermos en busca de signos de la enfermedad.
Hermann Boerhaave le dio impulso a las ciencias básicas y a la investigación experimental en la medicina, introduciendo la física y la química en la formación médica. Usa la lupa y el termómetro en ejercicio de la clínica. En 1701 obtiene la cátedra de Medicina Teórica de la famosa Universidad de Leiden, donde se convierte en el más grande clínico del siglo XVIII y en el profesor más famoso de su ilustrado tiempo.
Hermann Boerhaave lleva a cabo un ordenamiento de la ciencia médica y de su enseñanza clínica, defendiendo el retorno a la medicina hipocrática, a la cabecera del enfermo, por esto es conocido como el "Hipócrates holandés". Ejerció una influencia muy grande en Europa, en los Estados Unidos y en Colombia, a través de José Celestino Mutis. En 1703 dicta su famosa conferencia Sobre la actualidad de los métodos mecánicos en Medicina, donde une la observación hipocrática con los nuevos métodos fisicomatemáticos. En 1714 se le concedieron 12 camas en el hospital Cacilien, 6 camas de mujeres y 6 camas de hombres, donde le enseña a sus estudiantes, a los que lleva después a la autopsia, haciendo de la lesión en el cadáver el centro del diagnóstico clínico. Boerhaave distingue entre los síntomas subjetivos del paciente y los signos que provoca la lesión patológica, convirtiéndose en precursor de la mentalidad anatomoclínica y en el fundador de la clínica médica, a Boerhaave se le conoce también como el "primero de los clínicos".
La Universidad de Leiden tenía laboratorios. Fundada en 1575, de origen protestante, abre sus puertas a todas las religiones y a todos los países, la enseñanza se imparte en latín. Ecléctico, Boerhaave, unió teorías de la Iatrofísica, a las que se acomodó más, y de la Iatroquímica y, en un siglo de grandes sistemas, se caracterizó por no tener ninguno.
Admirador de Thomas Sydenham, predica como éste en el siglo anterior el retorno a Hipócrates, a la cabecera del paciente; las prescripciones dietéticas ocupan un lugar muy importante en su terapéutica. Investigando sobre los perjuicios del aumento de la temperatura corporal sobre los seres vivos, estudiando la Fiebre, mete a un pobre perro y un pobre gato dentro de una estufa a 63 grados y comprueba experimentalmente que los pobres animales mueren a los 22 minutos.
Más sinóptico que creador, Hermann Boerhaave publica su obra Instituciones Médicas en 1708 y su más conocido y divulgado libro, los famosos Aforismos sobre las enfermedades que han de reconocerse y curarse, prontuario de medicina práctica que se edita en 1709, año en que nuestro médico ocupa la cátedra de Botánica y la dirección del Jardín Botánico de la Universidad de Leiden. En 1714 Boerhaave dicta la cátedra de Clínica y desde 1718 asume la de Química y publica su obra Elementos Químicos. De 1730 a 1735, Boerhaave dicta un curso de enfermedades nerviosas. Muere en 1738 y es sepultado con todos los honores.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).