El pato-conejo o conejo-pato de Ludwig Wittgenstein

Abel Fernando Martínez Martín | 21/08/2023 - 05:11 | Compartir:

Hace 131 años, el 22 de octubre de 1892, finalizando el siglo XIX, la popular revista alemana de humor Fliegende Blätter (Hojas volantes), que aparecía semanalmente en la ciudad de Múnich, en Bavaria, Alemania, publicó una de las imágenes ambiguas, ilusiones ópticas o acertijos visuales más conocidas en el mundo, que vincula a dos cabezas de animales que no se parecen entre sí, pero que se integran en una sola imagen, el pato y el conejo, creando un animal epistemológico, el pato-conejo o conejo-pato o coneja-pata o pata-coneja, como usted prefiera. 

El pato-conejo o conejo-pato de Ludwig Wittgenstein
Ilustración anónima, Conejo y pato, que fue publicada en la revista de humor alemana Fliegende Blätter (Hojas volantes), en la ciudad de Múnich, finalizando el siglo XIX, el 23 de octubre de 1892. La figura del pato-conejo o conejo-pato o pata-coneja o coneja-pata aparece en la revista alemana de humor acompañada, arriba, a manera de título, de la pregunta humorística en alemán: "¿Qué animales se parecen más entre sí?". Y debajo de la figura del pato-conejo o conejo-pato decía: "Pato y Conejo". Una de las imágenes ambiguas, ilusiones ópticas o acertijos visuales, más conocidas en el mundo.

A la imagen aparecida en la revista alemana no la acompañaba ningún comentario ni tampoco se especificaba el nombre de su autor, pero la imagen estaba acompañada, arriba, a manera de título, de la pregunta: "¿Qué animales se parecen más entre sí?". Y, debajo de la figura, decía: "Pato y Conejo".

El reconocido filósofo, matemático, lingüista y lógico austriaco, nacido en Viena, Austria, pero nacionalizado después en el Reino Unido, Ludwig Wittgenstein (1889-1951), que fue discípulo de Bertrand Russell y que militaba en el positivismo lógico del Círculo de Viena, utilizó la ambigua imagen aparecida en la revista humorística alemana para ilustrar su reflexión sobre el perspectivismo, en su segunda gran obra, publicada póstumamente, las Investigaciones Filosóficas (1953). 

El autor del conocido Tractatus lógico-philosophicus (1923), su primera obra, sostiene, en su segunda gran obra, que los expertos atribuyen al segundo Wittgenstein, que fue escrita treinta años después, que, si vemos la figura como un conejo o la vemos como un pato, es porque somos capaces de transitar entre diferentes aspectos de lo que vemos, variando nuestras percepciones de la imagen, sin que ésta cambie o se mueva. Para otros, el pato sería el Tractatus lógico-philosophicus y el conejo sería las Investigaciones Filosóficas del lingüista, filósofo, matemático y positivista lógico vienés Ludwig Wittgenstein. 

"¿Pato o conejo?" titulaba también el conocido historiador del arte Ernst Gombrich, que, como el filósofo Ludwig Wittgenstein, también era austriaco y después se había nacionalizado en el Reino Unido, en las primeras páginas de su obra clásica Arte e ilusión, que fue publicada al inicio de la siguiente década en 1960. 

El acertijo visual no pretendía descubrir el parecido existente entre los dos animales, sino todo lo contrario, la imagen quiere subrayar la paradoja de su disparidad (la diferencia entre el ver y el ver cómo) y, como señala acertadamente Ernst Gombrich, la imposibilidad de nuestro cerebro de ver los dos animales simultáneamente, tenemos que dejar de ver uno para poder ver el otro, no podemos ver al tiempo las orejas del conejo y el pico del pato. 

El pato-conejo o conejo-pato o coneja pata o pata-coneja mira simultáneamente para las dos direcciones, con el mismo ojo ven los dos y oye uno con las peludas orejas, que son el pico con que grazna el otro. Ni el pato ni el conejo son verdad ni tampoco son mentira, todo, como siempre, depende del cerebro, que es el que le da sentido a lo que mira: percibir es opinar.

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Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

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