El nacimiento de la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) se dio hace 50 años; se creó la ONG el 21 de diciembre de 1971 en París. Aunque intervienen en casos como los brotes del virus del ébola en África, la pandemia de COVID-19, los desastres naturales y en rescatar a los migrantes que intentan cruzar en precarias embarcaciones el Mediterráneo o que intentan llegar a los Estados Unidos, su labor está ligada principalmente a los conflictos bélicos, a la guerra. La guerra de Biafra en Nigeria, a finales de los años 60, fue la causa de su creación en París en diciembre de 1971; en el contexto de la Guerra Fría, la descolonización, Mayo del 68 y los movimientos activistas de finales de los años 70, varios profesionales de la medicina canalizaron su indignación por no poder prestar testimonio sobre conflictos como la guerra civil en Biafra en alianza con el periodismo, con sus fotografías denuncian los hechos.
Durante medio siglo, la organización Médicos Sin Fronteras ha actuado guiada por los valores que promulga: independencia, humanidad, imparcialidad y solidaridad. En el año 1999, la organización médico-humanitaria MSF obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria, que ha salvado vidas a lo largo y ancho del mundo. Su presidente internacional, James Orbinski, dijo en Oslo en aquella ocasión una frase que se hizo famosa: "No estamos seguros de que la palabra siempre salve vidas, pero sí sabemos con certeza que el silencio mata". MSF surge porque la comunidad internacional ha demostrado reiteradamente ser incapaz de dar respuesta a las crisis humanitarias.
Médicos Sin Fronteras se define como una organización de acción médico-humanitaria que asiste a personas que son amenazadas por conflictos armados, violencia, epidemias o enfermedades olvidadas, desastres naturales y exclusión de la atención médica. La acción humanitaria es un gesto solidario de la sociedad civil a sociedad civil, de persona a persona, cuya finalidad es preservar la vida y aliviar el sufrimiento de otros seres humanos. Afirman en la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras: "Esta es nuestra razón de ser".
Deben su independencia financiera a más de seis millones de personas y entidades privadas que son socias o que colaboran con Médicos Sin Fronteras en todo el mundo. Gracias a ellas, MSF decide a quién atiende y cómo, y su único interés son las poblaciones que asisten. Advierten los Médicos Sin Fronteras en su 50 aniversario: "no aspiramos a transformar una sociedad, sino a permitirle superar un periodo crítico: nuestro objetivo son las personas, no los Estados". Por este motivo, sus intervenciones siempre están limitadas en el tiempo.
Médicos Sin Fronteras ha prestado sus servicios médico humanitarios en este medio siglo de existencia en los principales conflictos bélicos registrados en el mundo en las últimas décadas, así: Líbano (1976 y 2006), Afganistán (desde 1980 hasta hoy), Sri Lanka (desde 1986 hasta 2012), Liberia (1990), Somalia (desde 1991 hasta 2013), las dos Guerras del Golfo (1991 y 2003), Bosnia (1992-1995), Burundi (1993), dos guerras de Chechenia (1995 y 1999), Kosovo (1999), segunda Intifada en los Territorios Palestinos (2000), Sierra Leona (2000), Angola (2002), Gaza (2009), Libia (2011), Mali y Siria (desde 2012), Irak (desde 2013), Ucrania (desde 2014), Yemen (desde 2015) y, de forma recurrente durante los últimos años e incluso décadas, los conflictos bélicos en países africanos como República Democrática del Congo, República Centroafricana, Sudán y Sudán del Sur.
Necesitamos más Humanidad: larga vida a Médicos Sin Fronteras.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).