Asimismo, la Superintendencia de Salud nombró como nuevo agente interventor a Jorge Arturo Suárez.
La Superintendencia Nacional de Salud amplió por un año más la intervención forzosa administrativa que se viene realizando sobre el hospital La Misericordia, de Calarcá (Quindío), y reemplazó al agente especial que estaba designado desde el 2021. A través de la Resolución 5954-6 del 16 de septiembre de 2022, que prorroga esta medida especial hasta el 17 de septiembre de 2023, el ente de control estableció 19 órdenes, a cumplir por parte del nuevo agente especial, con el fin de mejorar el desempeño y la gestión de los indicadores operacionales de dicha institución.
En el monitoreo hecho a la labor desarrollada en el primer año de intervención, la Superintendencia señala que encontró que el plan de acción en este hospital se ha cumplido en un 51 % de los indicadores. Asimismo, indica que, de los 54 hallazgos o deficiencias encontrados hace un año, la evaluación revela que un 42 % se han subsanado, un 50 % están en proceso de corrección y el restante 7,41 % están sin subsanar, por lo que se “hace necesario que se continúe enrutando la entidad para lograr mejores resultados”. Con el fin de cumplir esta meta, asumió como nuevo agente interventor del hospital La Misericordia el médico cirujano Jorge Arturo Suárez Suárez.
Directrices dadas por la Superintendencia
Con relación a los resultados de los indicadores de talento humano, la resolución de prórroga dice que el hospital cancela mes vencido sus obligaciones con el personal y se ha logrado disminuir el monto de la deuda, tanto de planta como contratistas. Sin embargo, aclara que "se deben incrementar los esfuerzos para la consecución de recursos para el pago del pasivo con contratistas encontrado al inicio de la medida".
Entre los pendientes, se establece que, a 30 de junio de 2022, no se logró la depuración de los estados financieros; no se ha establecido un sistema contable de costos por servicio, para identificar, analizar y controlar la producción de servicios; y el hospital registra un déficit presupuestal, teniendo en cuenta que los ingresos recaudados no cubren la totalidad de cuentas por pagar anteriores a la medida de intervención.
Algunas de las órdenes impartidas por el ente de control:
- Mejorar la gestión de recaudo corriente y de vigencias anteriores, con el fin de incrementar el flujo de recursos, para así garantizar el pago total de los gastos de la operación corriente.
- Continuar con la defensa, evaluación y valoración en los procesos jurídicos, con el fin de evitar condenas, toda vez que existe riesgo derivado del número de demandas en contra del hospital, teniendo en cuenta que el valor de la cuantía estimada, a junio de 2022, asciende a $24.000 millones, circunstancia que podría poner en riesgo la sostenibilidad financiera y causar traumatismo en la prestación de los servicios en salud.
- Lograr la razonabilidad y aprobación de los estados financieros sin salvedades, mediante la ejecución total de las actividades del plan de depuración contable que se formuló para esta vigencia.
- Realizar estudio y análisis de costos por servicio, con el fin de identificar, analizar y controlar la producción frente al costo de operación, proyectando y determinando la sostenibilidad del hospital en el corto, mediano y largo plazo.
- Organizar el servicio de urgencias, garantizando la clasificación oportuna, de acuerdo con la sintomatología del paciente, y generar las acciones necesarias para disminuir las estancias superiores a 24 horas.
- Garantizar la prestación de los servicios con calidad, oportunidad y pertinencia, en un ambiente seguro y controlado.
- Realizar las acciones necesarias, a fin de restablecer los servicios de segundo nivel, con cumplimiento de la normativa.