No hay una Historia de la Medicina, hay varias historias, porque la Historia de la Medicina también tiene sus historias. Aunque la Historia es la más antigua de las ciencias sociales, se consolida como las demás, y como la Medicina, durante el siglo XIX. Desde el ilustrado siglo XVIII, una corriente pragmática busca en la Historia de la Medicina una utilidad, al obtener del conocimiento y la experiencia de los antepasados herramientas para resolver problemas del presente, tomando como ejemplo ético el comportamiento de los antepasados, manteniendo la milenaria tradición. Ejemplo de esto se puede ver en la inclusión de la Historia de la Medicina en el currículo de la ilustrada Universidad de Gottingen o como, tras suspender los estudios de medicina, se reintroduce la enseñanza nuevamente, y en ella estará la Historia de la Medicina, en las escuelas de medicina de la Francia revolucionaria.
Se insiste en su vital importancia en la Universidad humanista humboldtiana de Berlín, que veía en la Historia un oficio integrador ante la acumulación de información dispersa, así como su importancia en la formación médica. El ilustrado Mutis la incluyó en su Plan de Estudios de la Universidad del Rosario, primera propuesta sistemática para enseñar la Medicina en nuestro país, a principios del siglo XIX.
La Historia de la Medicina empieza a debilitarse y desaparece de muchas universidades ante el empuje de la medicina experimental, del saber físico - químico que aleja a la medicina de las Ciencias Humanas, posición que cobra terreno desde mediados del siglo XIX, cuando se habla de la “muerte de la Historia de la Medicina”, hasta finales del siglo. En las primeras décadas del XX renace, Henry Sigerist se pregunta si la Historia de la Medicina es tan solo un “pasatiempo agradable para médicos retirados”, un saber erudito, una “disciplina orquídea”, decorativa, como dicen los alemanes, o una “costura” como decimos nosotros. Sigerist, funda la Revista Kyklos (1927) donde sostenía que: “La Historia de la Medicina ha entrado en su fase decisiva, llamada a la cooperación desde la medicina viva, deberá mostrar que es capaz de responder a esa apelación y tomar parte activa en la solución de los grandes problemas en que hoy se afana el mundo médico… habrá de mostrar si es capaz de interpretar el pasado, vivificándolo y hacerlo fecundo para lograr un mejor porvenir”.
La Historia de la Medicina tiene por función servir de puente entre las ciencias humanas y las ciencias naturales, permitiendo comprender cómo está inmerso nuestro saber en las prácticas sociales, en los fenómenos económicos, en los ritos religiosos, en los idearios políticos, en los sistemas filosóficos y en los cambios culturales, decía Sigerist.
Las políticas mundiales de Educación Médica, ante la crisis del modelo médico, recomiendan a las escuelas de Medicina la reintroducción de la Historia de la Medicina, la Ética y las Ciencias Sociales en los currículos. La Historia de la Medicina nos permite ser antidogmáticos, formar una mentalidad crítica, entender la relatividad de las teorías científicas, ser escépticos ante modas y panaceas, ver que el presente es producto del pasado y germen de futuro. Nos permite entender nuestro quehacer dentro de la sociedad, apreciar la multicausalidad y la realidad sociohistórica del proceso salud-enfermedad, al precisar las determinantes económicas, políticas, ecológicas, sociales y culturales del proceso salud - enfermedad.
La Historia de la Medicina permite entender la historia de los conceptos que utilizamos, los fundamentos históricos de la ética médica, el papel social de las instituciones médicas, las diversas maneras de enfrentar la realidad de la enfermedad desde diversas ideologías. Historia de la Medicina, que como dice Sigerist “nos enseña de dónde venimos, en donde nos encontramos en medicina en este momento, y hacia donde nos dirigimos. Es la brújula que nos guía para el futuro”.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).