A mediados de 2016, Ana Cecilia Niño Robles y su esposo Daniel Pineda, considerando que sus peticiones no fueron escuchadas por el Gobierno ni por la justicia colombiana, demandaron al Estado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, luego de que le hubieran diagnosticado un mesotelioma en el pulmón, que ya había hecho metástasis. Revisando su historia, sus médicos encontraron que Ana Cecilia Niño estuvo expuesta a respirar asbesto durante 17 años en los lugares de almacenamiento de desechos al aire libre de la planta de Eternit, al vivir cuando era niña en el barrio Pablo Neruda, en el municipio de Sibaté, donde se encontraba en 1942 la empresa Eternit Colombiana S.A., cuyo principal accionista era, en ese entonces, el grupo Eternit Suizo, empresa que se fundó con el objeto de fabricar productos de fibrocemento a un costado del embalse del Muña, en el entonces municipio de Soacha, que hoy pertenece a Sibaté.
Ana Cecilia Niño reclamó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos no solo una serie de medidas cautelares para la protección a los derechos fundamentales a la vida, a la salud y a un medio ambiente sano, sumado al derecho que tenía a la protección judicial, sino también solicitó que el Estado colombiano prohibiera el asbesto, como lo han hecho ya cerca de 70 países en todo el mundo. En América del Sur ya lo habían hecho antes que Colombia Argentina, Uruguay, Brasil, Perú y Chile y, en el mundo, los países de la Comunidad Europea, Nueva Zelanda, Australia, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes.
Ocho veces se presentaron proyectos de ley para prohibir el asbesto en nuestro país, y siete veces fueron hundidos en el Congreso de la República. Ana Cecilia Niño falleció a principios de enero de 2017 a los 42 años, sin conocer la ley que lleva su nombre, en ningún momento Ana Cecilia Niño dejó de luchar por la prohibición del asbesto, pero si decidió dejar su tratamiento después de 30 quimioterapias y 18 radioterapias, porque quiso estar sus últimos días junto a su familia que vivía en Duitama, de donde es originaria la familia de su esposo.
La presión ciudadana fue más fuerte que nunca y el poder legislativo no tuvo opción más que escuchar el mayoritario pedido de una Colombia libre de asbesto a pesar de las presiones de los productores industriales de productos con materiales de asbesto en el país, como la Asociación Colombiana de Autopartes – Acolfa y la Asociación Colombiana de fibras – Ascolfibras, que acumulaban siete victorias consecutivas en los últimos 12 años. En esta histórica ocasión, más de 230.000 colombianos firmaron la petición contra el uso del asbesto, otros twittearon, enviaron mails a los congresistas, salieron a la calle con pancartas y escenificaciones y presionaron, con el sector académico, la Defensoría del Pueblo, el Ministerio de Salud, Greenpeace y los afectados por el asbesto, para impulsar, después de ocho intentos parlamentarios frustrados, la prohibición definitiva del asbesto en nuestro país.
El proyecto que prohíbe el uso del asbesto en Colombia fue aprobado con 131 votos a favor y ninguno en contra. La ley por la cual se prohíbe el uso de asbesto en todo el territorio nacional a partir del 1 de enero del 2021 fue sancionada por el presidente de la República el 12 de julio de 2019. A partir del 1º de enero de 2021, la ley prohíbe explotar, producir, comercializar, importar, distribuir o exportar cualquier variedad de asbesto y de los productos con él elaborados en el país.
La página Web de Eternit Colombia explicita todavía hoy: "En nuestra historia hemos cubierto más de 350 millones de metros cuadrados con nuestras tejas y hemos servido 1 millón y medio de viviendas con nuestros tanques por el territorio nacional". Afirma además que, por la labor exportadora realizada por la empresa Eternit Colombia S. A., países del Caribe como Panamá, Aruba, Cuba y las Antillas Holandesas "se han beneficiado con nuestra oferta constructiva".
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).