Se conoce como paleoindio o período lítico, por el trabajo de la piedra, al periodo ocurrido en nuestro país entre los 40.000 y 9.000 años AP (antes del presente), cuando habitaban la actual Colombia grupos humanos de cazadores, primero de la megafauna, luego de animales similares a los actuales, tras la última glaciación. Hombres y mujeres que andaban en pequeños grupos, eran nómadas y utilizaban, para protegerse, los abrigos rocosos. No había división del trabajo entre ellos.
La Sabana de Bogotá fue una gran laguna que se desocupó hace 30.000 o 20.000 años, dejando un terreno pantanoso, afectado por las glaciaciones, que la convertirán primero en un páramo e hicieron de ella un sitio habitable hace 12.500 años, al aumentar la temperatura y convertirse en bosque andino, permitiendo la agricultura.
En el abrigo rocoso de El Abra (12.400 a 8.800 AP), en Zipaquirá, aparecen antiguas manifestaciones culturales del hombre colombiano; cultura lítica de lascas, son cazadores que vivían en pequeños grupos, nómadas, dedicados también a la recolección, hay evidencia de fogones y presencia de huesos de animales pequeños. El otro abrigo de la Sabana es el Sitio Tequendama (11.000 a 5.000 AP), ubicado al suroeste, en Soacha. Posee el abrigo restos humanos antiguos del 6.375 AP.
Numerosos entierros evidencia del uso del ocre ritual, extraído del óxido de hierro para pintar huesos o esparcirlo sobre los cadáveres. Ofrendas rituales y cremación de restos óseos. Son cazadores de venado y, a la vez, recolectores, que domesticaron al curí; lo comprueba el aumento del tamaño de la pelvis del roedor. Utilizaban pieles de animales, para cubrirse, fogones, lascas, golpeadores, puntas de proyectil, raspadores, utensilios de hueso y de cuerno, hojas bifaciales. Aparece el basalto, mineral que traían del valle del Magdalena al que se desplazaban frecuentemente.
En el siguiente periodo, antes de la aparición de la cerámica, conocido como arcaico o preformativo (9.000 a 4.000 AP, que viene tras la última glaciación, cuando termina el pleistoceno y mejora el clima, con el holoceno, clima parecido al actual, cambia la fauna, la flora y el régimen de lluvias, aparecen yacimientos precerámicos a cielo abierto. Son grupos más recolectores que cazadores, recogen frutos y también moluscos, practican la caza menor y la pesca, aparecen los concheros en la Costa Atlántica. Hace 5.000 años se registra el máximo de calor y un periodo de sequía, disminuye la población en la Sabana de Bogotá. Se establece un vacío entre los años 5.000 y 3.000 A P y la historia de Colombia se moldea en arcilla en la Costa Atlántica.
Cuando el clima es similar al actual, aparecen los asentamientos precerámicos a cielo abierto, ya no viven en abrigos: Vistahermosa en Mosquera (3.410 AP) con molinos de piedra; Aguazuque, en Soacha (4.030 AP), es un asentamiento a cielo abierto con cráneos decorados, huesos cortados en sus extremidades y pintados con motivos lineales, viviendas y entierros colectivos circulares. Son grupos sedentarios y agrícolas y hay presencia de abundantes restos de cangrejos.
El hombre precerámico colombiano presenta las siguientes características antropométricas: un promedio de vida de los esqueletos adultos de 45 a 50 años; una talla relativamente alta ,1,65 m en promedio; la cara alargada, la nariz estrecha, la frente ancha y los pómulos salientes; el cráneo es dolicocéfalo, es decir, con alargamiento anteroposterior, con prognatismo, es decir, salido el maxilar inferior y un fuerte desarrollo de la superficie de inserción de los músculos masticatorios, por la dieta dura, con proyección dental en unos casos; y superficies óseas de inserción muy marcadas en ambos sexos, lo que indica el uso de la fuerza y que no existió gran división del trabajo.
Las patologías observables en los restos óseos del hombre precerámico colombiano son: 1- Osteoartritis, enfermedad degenerativa que compromete el hueso y la articulación, con alta incidencia en América Latina. 2- Osteoporosis, es decir, pérdida de la matriz ósea por problemas nutricionales, avitaminosis, edad o insuficiencia de estrógenos. 3 -Espondilitis deformante, forma crónica de artritis. 4- Periostitis, inflamación del periostio. 5- Treponematosis en Aguazuque (4,340 AP). 6 - Notoria atrición dental, desgaste de los dientes por la dieta dura que consumen. 7 - Fracturas y desviaciones vertebrales de origen traumático.
Los estudios antropológicos y paleopatológicos encuentran evidencias de la práctica del canibalismo, por la forma de partir los huesos, y registran una muy alta mortalidad infantil. No predominan las enfermedades infecciosas y parasitarias ni existen las caries, que aparecerán con la vida sedentaria, la agricultura y la convivencia con los animales.
Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).