Alexander Graham Bell (1847–1922) fue un científico, inventor y logopeda británico, nacido en Edimburgo, Escocia, en 1847, que posteriormente migró a Canadá y más tarde se nacionalizó en los Estados Unidos de América, quien contribuyó al desarrollo de las telecomunicaciones y de la aviación. Su padre, su abuelo y su hermano estuvieron asociados con el trabajo y la docencia en el campo de la locución y la fonación y, tanto su madre, que empezó a perder el oído cuando Alexander tenía 12 años, así como su esposa, eran sordas, lo que influyó en sus investigaciones sobre la escucha y el habla humana y sus experimentos con aparatos para el oído.

Derecha: fotografía de Alexander Graham Bell cuando recibió el título honorario de Doctor en Derecho en la Universidad de su natal Edimburgo, en el Reino Unido, en 1906.
Aleck, como lo llamaban en su casa, era también pianista y un hábil ventrílocuo, que desarrolló un lenguaje de señas para comunicarse con su madre. La preocupación por la progresiva sordera materna lo llevó a estudiar acústica. Su padre publicó varios trabajos sobre el tema, especialmente fue conocido su trabajo The Standard Elocutionist (1860) y el Tratado en el discurso visible (1868), donde explica sus métodos para enseñar a los mudos a articular palabras y a leer los labios. El padre enseñó a sus hijos el Discurso Visible, que hoy conocemos como lenguaje de señas. Alexander Graham Bell estudió en Edimburgo, luego en Londres y terminó graduándose en la Universidad de Toronto, en Canadá.
Tras emigrar con su familia al Canadá, en 1870, luego de la muerte de dos de sus hermanos de tuberculosis. Bell viajó a Boston, en Estados Unidos, en representación de su padre, a una escuela de sordomudos para entrenar a sus instructores en el Sistema de Discurso Visible. Bell viajó a Boston en abril de 1871, donde se terminará instalando definitivamente como profesor. Enseñando el sistema creado por su padre a finales de 1872, Alexander abrió una escuela llamada Fisiología Vocal y Mecánicas del Habla, en Boston, Massachusetts.
En 1876, Alexander Graham Bell, a pesar de lo que nos enseñaron, no inventó, pero sí patentó el teléfono en los Estados Unidos, que había sido desarrollado por el italiano estadounidense Antonio Meucci. Bell lo que creó es una compañía para explotar la patente, la Bell Telephone Company, que fue protagonista de la vertiginosa implantación del teléfono tanto a escala norteamericana como internacional, creada en 1877. Solo nueve años después, más de 150.000 personas en los Estados Unidos poseían un teléfono. En 1888, Bell fue cofundador de la National Geographic Society y, 10 años más tarde, asumió la presidencia de la prestigiosa institución norteamericana. En 1880, recibió el premio Volta de la Academia Francesa de Ciencias.
Lo poco que se conoce es que Alexander Graham Bell estuvo fuertemente relacionado con el movimiento eugenésico en los Estados Unidos. En 1881 investigó la tasa de sordera en Martha's Vineyard, Massachusetts y presentó a la Academia Nacional de Ciencias Memoir Upon the Formation of a Deaf Variety of the Human Race (1883), donde concluía que padres con sordera congénita tenían más probabilidades de tener hijos sordos y sugería que las parejas en que ambos esposos fueran sordos no deberían casarse.
Su afición por la cría de ganado lo condujo a ser designado para el Comité de Eugenesia David Starr Jordan, bajo los auspicios de la Asociación de Criadores de América, comité que extendió sus postulados zootécnicos de los animales a los humanos. Bell presidió la junta de asesores científicos de la Eugenics Record Office (1912-1918) y se desempeñó como presidente honorario del II Congreso Internacional de Eugenesia celebrado en Nueva York en 1921, un año antes de su muerte en Canadá, evento que fue auspiciado por el Museo Americano de Historia Natural, que fue la sede del segundo congreso eugenésico internacional. Alexander Graham Bell murió en Canadá en 1922, de una anemia perniciosa, a los 75 años, dejando a sus herederos 18 patentes que estaban registradas con su nombre.
En junio de 2002, el Boletín Oficial de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América publicó la Resolución número 269, que hizo justicia al honrar la vida y el trabajo del inventor ítalo estadounidense Antonio Meucci (1808-1889). Estados Unidos reconoció, oficialmente, aunque 140 años después, tras largos y engorrosos procesos judiciales, que no fue Alexander Graham Bell el inventor del teléfono, porque Meucci demostró y publicó su invento antes, en 1860. Un mito menos.

Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).