
En el altiplano cundiboyacense se han descrito tres cráneos precolombinos con Trepanación, estudiados por Gonzalo Correal y Jaime Gómez en 1973, procedentes de los municipios de Sopó y Nemocón en Cundinamarca y de Belén en Boyacá. El cráneo trepanado de Nemocón es masculino y presenta un gran defecto óseo, casi circular, con bordes biselados de 8 cm de diámetro, tiene además una fractura parietal y presenta deformación craneal por aplanamiento del frontal. El cráneo de Belén, femenino, adulto, presenta un defecto circular de 5 cm de diámetro con bordes biselados. La ausencia de una zona densa alrededor de la trepanación sugiere que el deceso debió ocurrir simultáneamente o muy poco tiempo después de ser practicada la Trepanación; esos dos cráneos no están datados, pero están asociados con cerámica Muisca.
El que más llama la atención es el cráneo procedente de Sopó, femenino y adulto, que presenta un taponamiento posterior del cráneo realizado con arcilla silícica muy fina, con un alto contenido ferrítico, hiperdenso a los RX, que, según la datación mediante Carbono 14, corresponde al siglo IV de nuestra era, es decir, este cráneo, que presenta al estudio radiográfico densidad radio opaca alrededor del defecto y sugiere la supervivencia del individuo, corresponde a los Agroalfareros Tempranos o Herreras y evidencia una práctica quirúrgica en Colombia hace 1700 años. Los Herrera sabían más de lo que sabemos nosotros de ellos.

Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).