En Flandes, región europea que hoy conocemos como Bélgica, Holanda y Luxemburgo, que hacían parte del Imperio del también flamenco Carlos V en el siglo XVI, el humanista judío español Juan Luis Vives (1492-1540), publica su Tratado del Socorro de los Pobres (De subventione pauperum. Sive de humanis necessitatibus libri II) en el año 1526, obra que está dedicada por el filósofo valenciano, "A los Cónsules y Senado de la ciudad de Brujas", donde se edita el libro y donde Vives residía. Propone Juan Luis Vives en el Tratado erradicar la pobreza mediante el trabajo y pide la intervención del Estado moderno para asistir a los que son verdaderamente menesterosos. La obra inaugura las polémicas que se desatarán en el siglo XVI sobre la Asistencia Social y el papel de la Iglesia en el socorro de los pobres.

Hijo de judíos conversos valencianos, que tras la conversión siguieron practicando el judaísmo, Juan Luis Vives se enteró, en Brujas, que su padre había sido condenado y quemado en 1526 por la Inquisición, el mismo año en que publica su Tratado. Solo tres años más tarde, en 1529, se entera Vives que su madre Blanca March, muerta 21 años atrás, en 1508, fue desenterrada de su tumba y sus restos fueron quemados en la hoguera de la Inquisición. Por eso su familia, en medio del proceso, había enviado a Juan Luis Vives en 1509 a estudiar a la Sorbona, en París, para protegerlo del Santo Oficio español, por eso vive en Flandes y es profesor de las universidades europeas de Lovaina, en Flandes, y Oxford, en Inglaterra.
Filósofos como el también flamenco Erasmo de Rotterdam y Juan Luis Vives, que impulsaron el humanismo en el Renacimiento europeo, son los creadores de la Asistencia Social moderna. El erasmismo fue la fuente filosófica de las políticas asistenciales que aplicó España en la primera mitad del siglo XVI, que le llegan también a América, desde Flandes a través de Juan Luis Vives y su Tratado, obra que se convierte en el primer libro publicado sobre la Asistencia Social de la Modernidad: "Es cosa torpe y vergonzosa para los cristianos... hallar a cada paso en nuestras ciudades tantos necesitados y mendigos; a cualquiera parte que te vuelvas verás pobreza", a la vez afirma Vives que "la limosna liberta de todo pecado y de la muerte, y no dejará que el alma vaya a las tinieblas... la caridad cubre la multitud de los pecados".
Siguiendo al apóstol San Pablo, sostiene Juan Luis Vives que: "A ningún pobre que por su edad y salud pueda trabajar se le ha de permitir estar ocioso". El hospital es para los pobres de solemnidad, los demás deben trabajar. “Los que están sanos en los hospitales, y allí se mantienen como unos zánganos de los sudores ajenos, salgan, y envíense a trabajar”. Ni los ciegos se salvan del trabajo: "Ni a los ciegos se les ha de permitir o estar o andar ociosos". La moderna propuesta de Asistencia Social de Juan Luis Vives es además rentable para la ciudad moderna, que crece por las migraciones y se transforma con el naciente capitalismo: "Hágase, pues, un cómputo de las rentas anuales de los hospitales u hospicios, y se hallará sin duda que añadiendo lo que ganen con su trabajo los pobres que tengan fuerzas, no solamente serán suficientes los réditos para los que hay dentro de esas casas, sino que de ellos se podrá repartir también a los de fuera".

Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).