Jorge Martínez Santamaría, medicina tropical y degeneración de la raza

Abel Fernando Martínez Martín | 19/06/2023 - 18:06 | Compartir:

Jorge Martínez Santamaría fue un médico colombiano nacido en la ciudad de San Gil, quien participó en las filas de la Cruz Roja Colombiana durante la Guerra de los Mil Días, que inició en 1899, cuando apenas trataba de terminar su bachillerato. Finalizada la mayor contienda de la historia colombiana, ingresó en Bogotá a estudiar en la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales, donde obtuvo el título de Doctor en Medicina y Cirugía en 1909, presentando la tesis Contribución al estudio de la anemia tropical en Colombia. Martínez Santamaría afirmó en su tesis doctoral que "la uncinaria sólo ha respetado las altas cumbres de las cordilleras (…) El resto del país está infectado". Sus amigos, por su actividad, lo llamaban "El cucarrón Martínez". 

Jorge Martínez Santamaría, medicina tropical y degeneración de la raza
El médico santandereano Jorge Martínez Santamaría (1886-1922), fundador del Instituto Samper- Martínez, hoy Instituto Nacional de Salud (INS). Doctor en Medicina y Cirugía (1909), de la Universidad Nacional, con la tesis Contribución al estudio de la anemia tropical en Colombia. Se formó en Medicina Tropical en Londres; trabajó en la fiebre amarilla selvática en Muzo con Franco y fue el primer médico en oponerse a la Degeneración de la raza colombiana de Jiménez López.

En el III Congreso Médico Nacional, celebrado en Barranquilla en 1918, se entregó por primera vez el premio Manuel Forero, obtenido por Jorge Martínez Santamaría con su trabajo Estudio sobre el cultivo del bacilo de Hansen. Martínez Santamaría realizó trabajos de investigación sobre la anemia tropical, uncinariasis o enfermedad de la pereza y sobre la fiebre amarilla y la lepra. Viajó luego a Londres, donde continuó sus estudios de especialización en el Instituto de Medicina Tropical, que continuó con viajes a varias ciudades de Europa y, luego, de Estados Unidos.

Jorge Martínez Santamaría fue el primer médico colombiano en publicar una réplica a la Degeneración de la raza colombiana de Miguel Jiménez López. El artículo que titula Nuestras razas decaen, aparece en El Tiempo el 30 de mayo de 1920 y en el Repertorio de Medicina y Cirugía. Martínez Santamaría afirma que el tema es muy importante para Colombia. 

Martínez Santamaría sostiene que el trabajo de Jiménez López "no es de estadística como necesariamente tienen que ser los trabajos de esta índole", duda de su valor científico, por frases como "no es exagerado, muy seguramente, muy frecuentemente", que le quitan valor a lo planteado, concluyendo que "en un estudio de esta clase todo lo que se diga es hipotético, y el trabajo construido sobre tales cimientos es de muy poco valor científico".

Critica los datos antropométricos de la Policía, realizados en 120 delincuentes en Bogotá, que "nada pueden decir si se tiene en cuenta que el país está poblado por 4.000.000 mínimum, de antioqueños, santandereanos, boyacenses, etc.". Si no sabemos ni la población de Bogotá, ni el número de nacimientos de Fontibón, pregunta, si las cifras que utiliza Jiménez López son hipotéticas, "¿qué valor puede dársele a conclusiones fundadas sobre tales datos?". 

Afirma que no es cierta la conclusión de la degeneración física, intelectual y moral de los colombianos y que los datos aportados solo se refieren a los bogotanos: "no es autorizada la conclusión a que ha llegado el doctor Jiménez López de que los colombianos presentan signos indudables de degeneración física, intelectual y moral. A lo sumo (…) se podrá concluir, con los datos publicados por el doctor Jiménez López, que la degeneración es patrimonio de los bogotanos y nada más".

A su regreso a Colombia, en alianza con su cuñado, el médico Bernardo Samper Sordo, fundaron el laboratorio de Higiene Samper-Martínez en 1917, un reconocido centro de investigación científica y de elaboración de vacunas y sueros para la salud pública colombiana, donde se crearon las primeras vacunas contra la rabia, la fiebre amarilla y la difteria, enfermedad que terminó matando al doctor Jorge Martínez Santamaría al contaminarse el 11 de septiembre de 1922 en el laboratorio Samper Martínez, que había enviado al país todos los tratamientos, quedándose sin ninguno en el Instituto. 

Seis años más tarde de la muerte del doctor Jorge Martínez Santamaría, en 1928, el Gobierno nacional adquirió el Laboratorio de Higiene Samper-Martínez y cambió su nombre por el de Laboratorio Nacional de Higiene y más tarde volvió a cambiarle el nombre por el de Instituto Nacional de Salud.

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Abel Fernando Martínez Martín

Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).

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