Charles Marie Gustave Le Bon (1841-1931), apodado el Célebre Doctor, fue un médico, etnólogo, sociólogo, físico, psicólogo social y escritor francés, quien fue el primero en describir el fenómeno sicológico de las masas y de las colectividades amorfas; por eso se le considera a Le Bon como el "fundador" de la Psicología de Masas.

Se doctoró en Medicina en La Facultad de Medicina de París en 1876; se dedicó primero a los problemas de la higiene y luego emprendió numerosos viajes por Europa, África del Norte y Asia. Le Bon escribió diarios de viaje, sobre civilizaciones remotas, sobre temas científicos, educativos, sobre arqueología, antropología, sobre civilizaciones orientales y sobre temas de actualidad. En su libro Las leyes psicológicas de la evolución de los pueblos (1894), desarrolló la tesis que la Historia es el producto del carácter racial o nacional de un pueblo, siendo la fuerza motriz de la evolución social más la emoción que la razón, vinculando las leyes de la evolución de Darwin a la psico-sociología. Llama también la atención, la importancia fundamental, que ya en 1895, el médico Gustave Le Bon le otorga al inconsciente.
En su más famosa obra, Psicología de las masas (1898), Le Bon describe los fenómenos básicos relacionados con el comportamiento de la muchedumbre, estableciendo las reglas fundamentales de este comportamiento: pérdida temporal de la personalidad individual consciente del individuo, su suplantación por la "mente colectiva" de la masa, acciones y reacciones dominadas por la emocionalidad y la irracionalidad. Siguió tratando el mismo tema en sus obras Masas: un estudio de la mentalidad popular (1897) y Psicología de la revolución (1913), en las que sostiene que los sentimientos y las emociones radican en la mentalidad popular.
Para el relativista médico francés Gustave Le Bon, las diferentes razas no pueden comprenderse. De una raza a otra hay tanta distancia como la que existe entre nosotros y los animales. Las ideas se propagan como las enfermedades infecciosas por contagio. Le Bon concedía importancia a las religiones como los verdaderos ejes de las culturas. Opinaba que todo ser poseía un alma invisible "el alma de las razas", que se expresaba en su vida personal, en las artes y en las instituciones, y consideraba que el progreso era algo incierto y que las reformas, eran inútiles.
Le Bon afirma que el verdadero progreso ha sido siempre fruto de la obra de minorías y élites intelectuales y era enemigo implacable del socialismo y de la gran ilusión de igualdad, base de esa teoría política. La influencia del medio es totalmente superficial, la raza y la herencia deciden todo, no cree en el proyecto educativo de los ilustrados. Otra idea precursora que expone Gustave Le Bon, es respecto de la propiedad que parecen tener las civilizaciones en cuanto a pasar por determinados estadios, cumpliendo unos ciclos sorprendentemente semejantes, tesis desarrollada después por el filósofo e historiador alemán Oswald Spengler.
Para el racista y machista doctor francés Gustave Le Bon, la craneología probaba la inferioridad femenina y la proximidad entre las mujeres y los negros. Sostenía el polémico médico francés sobre la razón y la acción que "el hombre que pretende obrar guiado solamente por la razón está condenado a obrar muy raramente".

Abel Fernando Martínez Martín
Doctor en Medicina y Cirugía, magíster y doctor en Historia.
Grupo de investigación Historia de la Salud en Boyacá- Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).