Las fallas en la prestación del servicio pueden implicar sanciones que llegarían hasta los 8.000 SMMLV.
La Superintendencia Nacional de Salud dio a conocer que abrió investigación administrativa a la Nueva Ese Hospital Departamental San Francisco de Asís, de Quibdó, por 10 presuntas irregularidades identificadas tras una visita llevada a cabo del 26 al 29 de marzo de 2019. Dentro de los hallazgos descritos por la Delegada de Procesos Administrativos de la Supersalud, se indicó que, presuntamente, el centro asistencial entregó información incompleta o inconsistente al equipo auditor.
Asimismo, la Supersalud indica que la ESE, al parecer, no clasificaba de manera adecuada los residuos hospitalarios; no contaba con un apropiado espacio de almacenamiento central, y no garantizaba que el personal que los manejaba utilizara el equipo de protección adecuado. Además, para la fecha de la visita, el centro asistencial presumiblemente, no tenía la autorización vigente para la realización de actividades con medicamentos de control especial para la prestación del servicio de salud.
Por otra parte, desde el ente de control señalan que se evidenció que, aparentemente, no contaba con un archivo único que garantizara la integridad, la conservación y confidencialidad de las historias clínicas, y estas no se diligenciaban de manera adecuada. Adicionalmente, no se identificó un sistema contable que le permitiera registrar los costos de los servicios ofrecidos, no contaba con ventanillas o mecanismos para garantizar la atención preferencial, y no se tenía habilitado el canal telefónico para el servicio de los usuarios las 24 horas del día.
De confirmar las fallas en la prestación del servicio, la ESE podría recibir una sanción que va desde los 2.500 Salarios Mínimos Mensuales Legales Vigentes (SMLMV) hasta los 8.000, con base en la Ley 1949 de 2019.
Vale la pena recordar que, como informó El Diario de Salud recientemente, la Procuraduría General de la Nación abrió investigación y suspendió al gerente de este hospital, ya que, según ésta, además de roedores en las instalaciones, en el centro hospitalario los contratos del personal no están vigentes y los especialistas de cirugía y pediatría están registrados como médicos generales, entre otros aspectos.