Fruto de un convenio entre el Ministerio de Salud y Protección Social y la Universidad Nacional de Colombia.
Fruto de un convenio entre el Ministerio de Salud y Protección Social y la Universidad Nacional de Colombia (UN), se crearon las nuevas imágenes que serán utilizadas en las cajas de cigarrillos con el fin de prevenir el aumento del consumo de tabaco en el país.

Como señala la UN, se busca desincentivar el uso de cigarrillos con fotografías impactantes que den información sobre las afectaciones que produce el consumo de tabaco, como enfermedades cardiovasculares, embarazo ectópico, cáncer de páncreas, ansiedad, entre otros.
Según explica el profesor Ricardo Tamayo del Departamento de Psicología, la Universidad hizo un aporte investigativo para el diseño de estas imágenes, ya que debían ser lo más efectivas posible para informar sobre las afecciones más comunes causadas por este hábito, como las enfermedades pulmonares, entre ellas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Sin embargo, también se tuvieron en cuenta las afectaciones derivadas del consumo, impactos que las personas suelen desconocer, como el cáncer de páncreas, los abortos y los embarazos ectópicos.
Afirma la Universidad que las imágenes dan información sobre cómo el humo de segunda mano es dañino, es decir, las personas que rodean a los fumadores también pueden verse afectadas, en especial los niños. La salud mental fue otro de los temas agregados, ya que a largo plazo el consumo frecuente de tabaco provoca ansiedad y estrés.
Aunque la ley indica que estas imágenes deben ocupar máximo el 30 % de las cajas de cigarrillos, la investigación de la UN indica que al ocupar un porcentaje tan pequeño se disminuye el impacto y la capacidad de dar información.
"El tamaño de las imágenes que se usa en Colombia es muy pequeño, esto hace que las personas les presten poca atención a los mensajes", destaca Tamayo, que añade: "En países como Australia utilizan el 80 % de las dos caras de la caja, Canadá usa casi el 100 % de una cara y el 50 % de la otra, y en Uruguay es el 90 %".
"Se encontró que entre más desagradable sean las imágenes y más miedo produzcan tienen el potencial de ser más efectivas, no solo para disuadir el consumo de cigarrillo, porque es difícil que los fumadores empedernidos se dejen influir, sino también para prevenir el consumo en jóvenes o personas que aún no fuman", apunta Tamayo.