La actividad descontrolada de los osteoclastos podría ser inhibida con estos agentes.
La actividad descontrolada de los osteoclastos, células encargadas de desgastar los huesos para que se renueven, podría ser inhibida con antioxidantes, según un estudio realizado por María Alejandra Rodríguez Soto, magíster en Bioquímica de la Universidad Nacional de Colombia (UN), que se enfocó en encontrar alternativas a los tratamientos de enfermedades como la osteoporosis y la artritis, que se caracterizan por presentar una mayor actividad de las células que deterioran el hueso (resorción).
Como explican desde la UN, se trata de un proceso de pérdida de masa que normalmente forma parte de la remodelación natural del sistema óseo, pero que en estas patologías se altera, ya que las células encargadas de la resorción se activan a tal punto, que las encargadas de formar hueso nuevo para reponer el que se pierde no alcanzan a cubrir esta necesidad.
Según señala la investigadora, es necesario que exista un balance entre la formación generada por los osteoblastos y la actividad de desgaste del hueso. En el estudio se encontró que la resorción ocasionada por los osteoclastos aumenta ante la presencia de agentes oxidantes, debido a que tal estímulo es requerido para la fusión de dichas células, lo que resulta en un aumento del tamaño y del área reabsorbida. Tal hallazgo concuerda con estudios anteriores en los que se ha visto que en enfermedades como la osteoporosis, la artritis y las infecciones bacterianas predomina un medio oxidante, indica la magíster de la UN.
La Universidad Nacional informa que esto se logró a partir de un modelo experimental en el que se utilizaron células tipo U937, las cuales son clones de monocitos. Con ellas se imitó la actividad de las células óseas al fusionarlas con un químico conocido como polietilenglicol, debido a que los osteoclastos también son originalmente monocitos presentes en la sangre, que se diferencian al fusionarse por acción de una molécula.
"Con esta fusión generamos células similares a osteoclastos, de tal manera que cuando se sembraron en las láminas de hueso de vaca en las que hicimos las pruebas, comenzaron a hacer resorción, efecto que aumentó al aplicar oxidantes", detalla la investigadora Rodríguez. Con este modelo también se evaluó la opción de un posible tratamiento ante el aumento de la actividad que ocasiona la presencia de agentes oxidantes. La alternativa fue aplicar también agentes reductores o antioxidantes a las células que imitaban a los osteoclastos, como la N acetil cisteína, un fármaco de venta libre que se usa para tratar la gripa, apuntan desde la UN.
"Las células se fusionaron poco o nada, es decir que en su mayoría permanecieron individuales, por lo que el área de resorción fue menor", asegura Rodríguez, quien anuncia que con estos resultados se quiere orientar hacia el futuro desarrollo de alternativas terapéuticas que traten los osteoclastos para mitigar su acción.
Este estudio se desarrolló durante cerca de dos años en los que se contó con el apoyo del Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de la UN, dirigido por el doctor Carlos Arturo Guerrero Fonseca, quien diseñó el modelo para fusionar las células con el polietilenglicol.
Los hallazgos de la investigadora Rodríguez también dan indicios de que sería posible influir en la actividad de los osteoclastos incluyendo en la dieta diaria de los pacientes alimentos ricos en antioxidantes, como los frutos rojos. El principal objetivo del estudio es comprender al osteoclasto para que en un futuro se produzcan fármacos que logren inhibir la resorción del hueso sin matar la célula, debido a que estos son de vital importancia para el balance en el remodelado óseo, concluyen desde la Universidad Nacional de Colombia.