Ministros de Salud del continente se comprometieron a reducir en un 30 % los casos y muertes por cáncer cervicouterino para 2030.
El 56º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) culminó con la aprobación de nuevos planes de acción que buscan reducir el déficit de recursos humanos en salud; fortalecer medidas para prevenir enfermedades transmitidas por vectores; mejorar la salud de las mujeres, niños y adolescentes a lo largo del curso de vida; y disminuir en un 30% los casos y muertes por cáncer cérvicouterino en las Américas para 2030.
Por una parte, las autoridades de la salud de América acordaron un nuevo plan para reducir el déficit de los 800.000 trabajadores de salud adicionales que se requieren para colmar las necesidades actuales de los sistemas de salud de los países del continente. El Plan de acción sobre recursos humanos para el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud 2018-2023 marca la ruta a seguir con el fin de dotar a los países de los recursos humanos necesarios para lograr la meta global de salud universal para 2030. Apunta, además, a mejorar su distribución geográfica y aptitudes para llegar a todas las personas, en todas partes.
"Los trabajadores de salud son la piedra angular de los sistemas de salud y su déficit es uno de los obstáculos fundamentales para el logro de progresos en materia de salud", señaló al respecto la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
El plan ofrece una guía para que los países desarrollen sus políticas y planes de recursos humanos para la salud. En ese sentido, propone fortalecer y consolidar la gobernanza y rectoría de los ministerios de salud, para que puedan realizar previsiones sobre las necesidades presentes y futuras de personal de salud, y para formular e implementar estrategias a largo plazo. También establece la necesidad de realizar mayores inversiones públicas en el área, así como mejoras en la oferta de empleo y las condiciones de trabajo, especialmente en el primer nivel de atención, en áreas rurales y subatendidas.
El fortalecimiento de las capacidades y aptitudes de los recursos humanos a través de una educación permanente es otro de los ejes acordados, dado que muchas veces el personal de salud no tiene el perfil, las competencias o la capacitación adecuadas para trabajar de acuerdo con un enfoque intercultural y de género que la población necesita.
Por último, el plan propone establecer acuerdos con el sector educativo para formar profesionales en función de las necesidades de los sistemas de salud. Plantea que los sistemas de acreditación de carreras consideren las competencias científico-técnicas, pero también las sociales, e insta a desarrollar un plan de formación para las especialidades prioritarias que contemple un incremento en la asignación de plazas destinadas a salud familiar y comunitaria.
Mejorar la salud de mujeres, niñas, niños y adolescentes
También se adopataron medidas para mejorar la salud de mujeres, niñas, niños y adolescentes, "usando un enfoque de curso de vida, trabajando para desmantelar las barreras culturales y de género, asegurando servicios de salud integrados y abordando los determinantes sociales de la salud, al igual que las necesidades y desafíos específicos de grupos en particular", subrayó Etienne.
En el plan se establece una serie de objetivos generales entre los cuales se encuentran la reducción equitativa de la mortalidad materna y en la niñez, la reducción del embarazo precoz y el embarazo no deseado, y el aumento de la esperanza de vida sana de las mujeres.
Para alcanzar estos objetivos, se proponen cuatro líneas estratégicas de acción: fortalecer las políticas para reducir las inequidades en materia de salud en mujeres, niños, niñas y adolescentes, formulando políticas de salud integradas que tengan en cuenta cómo ocurren las inequidades en materia de salud; promover la salud y el bienestar universales, efectivos y equitativos a lo largo del curso de la vida, para que las intervenciones de salud tengan visión de futuro y cimenten la buena salud en cada etapa de la vida, dentro de las familias, las escuelas, las comunidades y otros entornos sociales; ampliar el acceso equitativo a servicios de salud amplios, integrales y de buena calidad, que se centren en los problemas que afectan a las mujeres, los niños, las niñas y los adolescentes; y fortalecer los sistemas de información para la recopilación y la disponibilidad de estadísticas y datos desglosados de salud para elaborar intervenciones más específicas y eficaces.
Otros planes de acción adoptados
La directora de la OPS destacó otros planes de acción que las delegaciones de los países de América adoptaron. Estos son poner en práctica medidas para reducir en un tercio los casos nuevos y las muertes por cáncer cervicouterino para 2030 y un plan con una serie de acciones para un control más efectivo de los vectores que transmiten enfermedades como la malaria, el dengue, el zika y la enfermedad de Chagas.
Finalmente, como ya informó El Diario de Salud, en el marco del Consejo Directivo, la Comisión de la OPS sobre Equidad y Desigualdades en Salud de las Américas presentó un adelanto de su informe final con 12 recomendaciones para que los países de América puedan reducir las inequidades y desigualdades en salud en la región.